Mira con detenimiento un mapa del mundo. A primera vista, ¿podrías decir cómo de grande es realmente el mundo? Ahora imagínate viviendo y estudiando en una ciudad extranjera, en un lugar en el que nunca has estado. ¿Cómo crees que esa experiencia podría cambiar tu vida?
Me llevó años estudiando y trabajando para darme cuenta de que el mejor producto en el que podría invertir era YO mismo. Es verdad que puedes lograr una sensación de felicidad pasajera gastando dinero en un par nuevo de zapatillas o un bolso, pero cuando inviertes en ti mismo, estás construyendo los cimientos para una vida más feliz y exitosa. Y fue justamente ese deseo de felicidad duradera lo que me impulsó a estudiar inglés en el extranjero.
Sabía que era una experiencia que me ayudaría con mis perspectivas de futuro profesional, pero no sabía que esta misma experiencia impactaría positivamente en tantos otros aspectos de mi vida dando forma a cómo me defino a nivel personal.
1. Una nueva ciudad por explorar
No me llevó mucho tiempo decidir qué destino en el extranjero elegir. Londres tenía todas las cosas que estaba buscando: desde el teatro y el arte, hasta su histórica cultura. Pero tenía un poco de miedo hacer este movimiento. No quería visitar museos por mi cuenta, mi capacidad para leer un mapa de metro no era tan fuerte como me gustaría que fuera, y era incapaz de pedir ayuda a nadie por la calle.
Afortunadamente para mi, el curso de inglés de Kaplan incluía un programa de actividades sociales durante la semana, con diferentes opciones según la ciudad en la que estés estudiando. Llegué a vivir simultáneamente la vida de un turista y la vida de un local, descubriendo monumentos históricos y ciudades cercanas gracias a este programa, así como todos los rincones de Londres, solo por el hecho de pasar aquí una larga temporada.
2. Convertirse en un ciudadano del mundo
Estudiar inglés en el extranjero no solo me ayudó a desarrollar mis habilidades con el idioma, sino que también fue mi primera experiencia de inmersión en un nuevo país. Llegar a una nueva ciudad por mi cuenta fue un poco desafiante al principio, pero ahora tengo amigos de todo el mundo con los que sigo todavía en contacto.
Juntos hemos planeado diferentes reuniones en los diferentes países de origen de cada uno, para conocer otras ciudades y culturas. Tenemos un grupo de Whatsapp para estar al día de nuestras vidas y cada vez que alguien viene a Londres, quedamos en alguno de nuestros pubs favoritos. Como ventaja adicional, todos son profesionales activos, por lo que aparte de amigos, forman parte de mi red de contactos internacional.
3. Una oportunidad para experimentar el mundo en inglés
Cuando más tiempo vives en cualquier lugar nuevo, más comienzas a sentirlo como un segundo hogar. Cuando estudiar en el extranjero, no eres solo un estudiante, eres un local. Conocí la cultura británica y me enamoré de ella; la ciudad y el ambiente aquí fueron esenciales para mis estudios, pero también resultaron ser mucho más.
He visto al menos seis musicales, desde Lion King hasta Phantom of the Opera. He ido a un partido de fútbol Inglaterra contra Portugal, hice la excursión a pie de Harry Potter e iba a un sitio diferente cada día después de clase. Incluso he probado comida 100% coreana con un amigo coreano (¡era realmente picante!), descubierto decenas de coffee shops, pubs y restaurantes diferentes donde he compartido muchos brindis con mis nuevos amigos.
Estábamos rodedos por el idioma, incluso ir a tomarme un café me obligaba a practicar mi inglés. Obligarme a hablar en inglés me hizo sentirme lo suficientemente seguro de mi mismo como para disfrutar verdaderamente de Londres.
4. Una inversión para mi futuro
Estudié en una de las dos escuelas de inglés Kaplan en Londres durante 3 meses, comenzando en Upper Intermediate y acabando en Proficiency. Pasé algunas semanas en el curso de inglés de negocios, que fue de gran ayuda para prepararme para buscar trabajo posteriormente.
Los candidatos que dominan el inglés tienen mayores probabilidades acceder a carreras profesionales con mejores condiciones salariales, ganando incluso hasta un 50% más según sus habilidades. Aprender inglés fue el ingrediente clave para hacer realidad mi sueño de trabajar en el extranjero. He estado trabajando para la misma empresa durante un año y medio, logrando progresar a través de diferentes departamentos y cargos.
Por último, mi tiempo en el extranjero me ha recordado que el mundo va mucho más lejos de la puerta de mi casa. Es muy fácil estancarse en tu vida cotidiana y olvidar que hay muho más por descubrir. Halza la cabeza, sal fuera para aprender y ver el mundo ¡Te prometo que será una de las mejores experiencias que hayas podido imaginar!
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