No siempre podemos disponer de la calidad de un estudio de grabación para nuestros proyectos así que si quieres una solución sencilla y barata para obtener un resultado óptimo del sonido, hoy te traemos algunos aislantes acústicos caseros.
Vamos a comenzar hablando del suelo y techo; para este último te recomendamos cubrirlo con sábanas o telas amplias. Lo puedes hacer sujetándolo directamente con chinchetas y siempre debe quedar el telar con ondulaciones para que absorban mejor. Con respecto al suelo es necesario que esté enmoquetado o una solución más práctica es poner alfombras. Junto con las telas del techo, tiene propiedades absorbentes.
¿Habías oído hablar de poner cajas de huevos como aislante? Lógicamente la forma rugosa sirve de aislante pero es costoso recopilar tanta cantidad y no demasiado estético para el resultado que ofrece; lo mejor es combinar esta opción con telas como te hemos comentado anteriormente. Existen además otros elementos que pueden ser más útiles como por ejemplo añadir mobiliario en la sala: una estantería con libros, un gran sofá, colocar muchos cojines…
Muy importante también es “romper” la forma cuadrada o rectangular de la sala haciendo que las esquinas desaparezcan. Si quieres evitar que el sonido que llega a las esquinas rebote con gran intensidad, es importante que coloques un panel o incluso un cartón para que deje de haber un ángulo de 90 grados. Si quieres que el resultado sea todavía mejor, puedes rellenar el hueco generado entre las dos paredes con el cartón con los materiales absorbentes que hemos visto.
En definitiva necesitas materiales caseros que cumplan estas tres características para conseguir un buen acondicionamiento acústico: los de absorción (para ello tienen que ser porosos), los de difundir el sonido (tienen que tener formas irregulares) y evitar los graves eliminando rincones y esquinas en ángulo de 90 grados.
