En estos tiempos en los que el paro sigue estando en los primeros puestos de los problemas que quitan el sueño a una gran parte de la población española, es normal que cada vez sean más quienes recurran al empleo público para garantizarse una estabilidad laboral. Si se decide tomar este camino no hay más remedio que realizar una oposición con el consecuente grado de sacrificio que ello supone. El objetivo no es sacar una buena nota, sino obtener una plaza. Además de una correcta preparación académica, es imprescindible seguir una serie de pautas para poder afrontar con mayores garantías el proceso que supone presentarse a una convocatoria de oposiciones para formar parte de los Cuerpos de Administración del Estado.
Éstos son algunos de los consejos que nos pueden ayudar a conseguir nuestro objetivo de obtener un trabajo fijo como funcionario del estado.
Elegir oposición
Lo primero es plantearnos una oposición que se adapte a nuestra formación, a nuestra experiencia, nuestras aptitudes y motivaciones personales. No cometas el error de presentarte a una convocatoria con muchas plazas pensando que eso es garantía de éxito. Sin embargo, las oposiciones más exigentes presentan una mejor proporción entre plazas convocadas e instancias presentadas. Por lo que buscar un buen ratio entre plazas por opositores puede ser una una buena estrategia.
Motivación
La motivación con la que se afronta esta carrera de fondo es imprescindible. Sin una férrea voluntad de prepararnos con todas nuestras fuerzas y asumiendo los sacrificios que vamos a tener que hacer, es prácticamente imposible obtener una plaza.
Organización y disciplina
Si hemos perdido el hábito de estudio debemos de recuperarlo a marchas forzadas. Es recomendable empezar poco a poco, una buena idea sería empezar en los primeros meses con unas 4 horas diarias e incrementando poco a poco el número de horas dedicadas conforme se aproxime la fecha del examen. Lo primordial es entender el estudio como una jornada laboral con la que estamos comprometidos y a la que no podemos faltar. Además la organización de este tiempo es muy importante, por lo que debemos de establecer un plan de estudios a seguir rigurosamente. Bajo ningún concepto hay que descuidar nuestro descanso ya que la falta de sueño y el agotamiento afectará negativamente a nuestro rendimiento.
Técnicas de Estudio
Existen múltiples técnicas de estudio que nos pueden ayudar a mejorar nuestra productividad mientras estudiamos. Algunos ejemplos de estas técnicas pueden ser realizar simulacros de exámenes, subrayar, crear esquemas y resúmenes, componen grupos de estudio, reglas nemotécnicas para asimilar lo estudiado, autoimponerse un sistema de premios y castigos, utilizar una pizarra para planificarnos y un sinfín de pequeñas ayudas que nos ayudarán en el día a día.
Estar informado
Es muy interesante recabar toda la información posible sobre el programa de la oposición a la que optamos. Dicha información la podemos obtener de organismos oficiales como el Boletín Oficial del Estado, en las webs de los organismos e instituciones que las convocan o a través de los centros especializados en formación de oposiciones.
Otro aspecto muy importante es estar al tanto de las fechas de las convocatorias con el fin de realizar una correcta planificación y evitar sorpresas por el cambio de fechas.
Medios materiales
Opositar conlleva disponer de tiempo y dinero. A menudo la preparación de una oposición es una carrera de fondo, llegando a estar varios años en ella. Antes de embarcarnos en esta empresa, es imprescindible tener la certidumbre de contar con los medios económicos necesarios para aguantar hasta el final. Otra variable de la ecuación es el tiempo que podamos dedicarle. La mayoría de las oposiciones requiere una dedicación exclusiva y si estamos trabajando estamos en clara desventaja con la competencia.
