¿Te atrae el mundo del fitness? En ese caso, imaginamos que estarás más que acostumbrado/a a leer información sobre todo tipo de dietas y rutinas deportivas. Ahora bien: ¿has hecho alguna vez el ejercicio —nunca mejor dicho— de analizar el tema desde la perspectiva opuesta, para conocer cómo es el día a día de un entrenador personal? En este caso, y a diferencia de lo que sucede en otros ámbitos, el estilo de vida de quienes buscan ponerse en forma y su monitor no difiere sustancialmente.
En cualquier caso a nadie debería de sorprender que la labor diaria de estos profesionales implique altas dosis de disciplina, constancia y trabajo duro (valores que, a su vez, deberán transmitir a sus clientes). Además, no hay que perder de vista que no sólo son corresponsables de que las personas a las que entrenen mejoren su aspecto, sino también de su salud y bienestar.
Y no son pocos quienes están en sus manos: según datos recogidos por el portal FitSeven, en Europa hay 42 personas que van al gimnasio —6,4 millones de las cuales residen en España—, a lo que habría que sumar a aquellos que prefieren prepararse por su cuenta con la ayuda de un entrenador personal. En total, se calcula que hay unos 46.000 centros de fitness en territorio europeo.
El estilo de vida de un entrenador personal
Aunque no hay reglas fijas a la hora de distribuir las horas de la jornada laboral, existen algunas facetas que ninguno de estos profesionales deben dejar de lado, y que requieren esfuerzo y dedicación diaria. Te las resumimos a continuación.
1) Las comidas, siempre a sus horas
Como es sabido, seguir un horario estricto en las comidas diarias es un factor fundamental para que los resultados del ejercicio físico sean más visibles (y en este caso, es casi obligado predicar con el ejemplo, si se quiere transmitir confianza a los alumnos). De ahí que deban comer siempre a las mismas horas y con más frecuencia de la habitual (suelen hacer cinco o seis comidas diarias, en vez de las tres de rigor). Además, estas ingestas suelen ser diferentes a las del resto de la población; por ejemplo, muchos acostumbran a tomar carbohidratos (como el arroz) acompañado de atún o carne blanca antes del mediodía.
2) Rutinas de mantenimiento
Lamentablemente, la ausencia de un físico tonificado puede hacer que muchas personas que buscan perder peso o tonificarse decidan recurrir a otro profesional si ven a un entrenador poco atlético. Por eso, el ejercicio y el deporte son una parte irrenunciable en su día a día. En muchos casos, destinan uno o dos días fijos a la semana para trabajar zonas específicas del cuerpo. Por ejemplo, piernas y cardio los lunes y miércoles, hombros y brazos los martes y jueves, etc.
3) Formación continuada
Aunque disponer de una preparación superior o universitaria es un aspecto indispensable —como hemos dicho, se trata de profesionales que deben transmitir herramientas para que una parte importante de la población adquiera hábitos saludables—, la profesión de entrenador personal exige una actualización constante, para estar al día de las nuevas técnicas entrenamiento, las últimas novedades en máquinas de ejercicio y en dietética, etc. Por esta razón, refrescar y reciclar conocimientos tiene que ser parte de la jornada de cualquier personal trainer.
4) Nociones de coaching
Del mismo modo que el entrenador personal debe cuidar su formación y su apariencia física a través de la alimentación y el ejercicio, el entrenador personal debe de tener dotes de liderazgo y ponerlos en práctica con sus clientes, para ayudarles a confiar en sus posibilidades. Si motivar a terceras personas ya es una ardua labor en muchos contextos, en el del fitness y la actividad física, este objetivo es un reto todavía más exigente. Por este motivo, adquirir nociones de coaching a través de cursos y seminarios puede ayudar al entrenador personal a llevar a cabo su labor de manera más efectiva.
5) Diseñar y guiar rutinas de ejercicios
Aunque resulte una obviedad, varias horas de la jornada laboral están dedicadas a mejorar el estado físico y mental de los alumnos, guiando y monitorizando su entrenamiento y sus progresos, lo que también puede exigir un trabajo preparatorio en casa.
6) Obtener la mejor preparación académica
Como hemos dicho, la formación es el aspecto fundamental para cualquier profesional. Aunque lo ideal es contar con esta preparación antes de iniciar una carrera laboral en este ámbito, esto no siempre es así. Afortunadamente, existen opciones que permiten compaginar el trabajo presencial junto a los alumnos con la formación.
Una de ellas es el Máster en Rendimiento Deportivo: Tecnificación y Alto Nivel (RETAN) de UNIBA. Al tratarse de un programa 100% online y realizado con la colaboración Instituto Nacional de Educación Física de Catalunya (INEF Catalunya), te brindará un conocimiento exhaustivo e integral, con el que podrás desempeñar con éxito tu carrera como entrenador personal.
