¿Somos los adultos mayores considerados como un recurso activo y participativo en una sociedad para todas las edades o somos considerados como una carga para la comunidad ? ¿Las inversiones en educación deben ser exclusiva y únicamente para los jóvenes?
Los gobiernos destinan grandes presupuestos para la educación de los jóvenes y es normal que lo hagan. La educación para los pequeños garantiza el desarrollo de la sociedad. Pero eso no justifica olvidar a la población madura. El índice de nacimientos declina y paralelamente el número de gente mayor asciende. Una parte de esos recursos se deben orientar a financiar a las Universidades de la tercera edad.
¿Por qué invertir en nosotros, los más viejos?
La investigación sobre el cerebro humano demuestra que nunca dejamos de aprender. Siempre que se necesita, el cerebro cambia y se adapta. Por ello, debemos considerarnos aprendices por el resto de nuestra vida. Llego la hora del retiro, ¿Qué sigue? ¿sentarte en un sillón todo el día a ver TV para “matar las horas”? Hay otra buena solución. Regresar a la Universidad de la tercera edad para continuar el aprendizaje, incluyendo materias que antes no existían, como la computación.
Educación continua en la madurez.
Saber cómo envejecer es la obra maestra de la sabiduría. Los datos demográficos indican que en pocos años la población mayor superara a la de los nacimientos y muy pocos países han detectado que deben prestar atención a la educación, capacitando a su población mayor. Es nuestro derecho exigir a los políticos una mejor distribución de los recursos académicos. Afortunadamente los políticos comparten con los medicamentos una “fecha de caducidad” ;-)
