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Estrategias para organizar mejor la jornada laboral

Hay un tema que preocupa mucho a los profesores, mantener la atención de los alumnos. Los niños y niñas tienen mucha curiosidad por descubrir su entorno, este está repleto de informaciones, novedades y estímulos de una manera constante. Tal vez, por eso, sea difícil para ellos mantener una atención y una concentración en los estudios y en sus tareas de un modo particular. La atención general que requiere cualquier aspecto novedoso en su vida presenta, en ocasiones, dificultades en el aprendizaje. Los profesores han de ser capaces de captar la atención de sus alumnos para centrar sus esfuerzos en la tarea que se ha de desarrollar en esos momentos.

Los problemas de atención en educación infantil tienen una relación directa con el fracaso académico. Ésta es una de las principales conclusiones que destaca un reciente estudio realizado por una Universidad de California. La investigación, en la que han participado cerca de 700 niños durante más de 20 años, revela que el déficit o la falta de atención pueden frenar el aprendizaje. Cuando esto ocurre desde la etapa preescolar, es probable que afecte al rendimiento en ciclos educativos posteriores.

En este caso nos centraremos, además, en los alumnos que son especialmente despistados. Con lo que los recursos del profesorado necesitaran de más esfuerzo y dedicación.

Los problemas que pueden tener estos alumnos:

  • No escuchan en clase.
  • No están atentos y no saben que tareas han de hacer.
  • Se precipitan en el momento de hacer la tarea, la acaban rápido y mal por no saber qué hacer.
  • Saben cómo resolver la tarea pero en el momento de hacerlo se despistan y no la acaban.
  • Tienen desmotivación en clase y se aburren.ceac

Entre estos problemas hay otros motivos que favorecen la poca atención que pueden tener nuestros alumnos en el aula, ya sea de una manera puntual o generalizada. Estos motivos afectan a su proceso de aprendizaje y su rendimiento en el aula. Así, los alumnos no aprenderán bien los conceptos, tendrán lagunas y su rendimiento académico presente y futuro se verá afectado, además de su autoestima.

Los profesores han de intervenir y potenciar las capacidades de atención de sus alumnos con diferentes ejercicios y juegos que ayuden a los niños a retener la información necesaria e importante y no distraerse con otros estímulos. La atención visual y la auditiva son vitales y necesarias para adquirir las destrezas del estudio y ejercitar la memoria, entre otras cosas.

¿Qué podemos hacer?

  • Evitar los posibles distractores, podemos prescindir de lo que creamos que puede distraer a los alumnos.
  • Antes de empezar una lección asegurarnos que todos los alumnos están atentos y el entorno para la clase es óptimo.
  • Si un alumno en concreto está distraído llamarlo por su nombre y captar su atención, si es necesario el contacto físico, tocándole el brazo o la mano, nos ayudará.
  • Sentar a los alumnos estratégicamente en función de su capacidad de atención. El alumno más despistado estará más cerca del profesor.
  • Iniciar las sesiones más complejas con actividades que favorezcan la atención. Podemos utilizar lecturas, vídeos, etc.
  • No caer en la monotonía, ir cambiando de actividad a menudo. Diversificar las tareas, así el alumno podrá mantener la atención más tiempo.
  • Conocer a nuestra clase y saber que metodologías consiguen mayor atención en nuestros alumnos y utilizarlas en los momentos adecuados, cuando los alumnos están más cansados. La organización de las tareas será vital para planearlas en función del cansancio de los niños.
  • Crear unas rutinas y hábitos de estudio. Para tener un buen rendimiento cerebral es importante estudiar todos los días a una hora fija. El alumno se acostumbrará a hacer el esfuerzo de concentrarse todos los días a la misma hora, después de algunos días logrará que su mente pueda concentrarse con más facilidad a esa misma hora.
  • Centrar la mente en una tarea concreta que requiere de una alta atención. Para estar en pleno rendimiento, la concentración requiere un calentamiento previo, como cuando hacemos deporte físico. El cerebro es plástico, y podemos prepararlo para una tarea, podemos hacer algún ejercicio de preparación con nuestros alumnos como tachar algunas letras de una hoja de periódico y seguidamente pasar a la actividad programada.
  • Tener claros los objetivos y que los tenga claros también el alumno. Si el niño tiene claro qué ha de conseguir más esfuerzo pondrá en alcanzarlo.
  • Intercalar descansos entre tareas. El proceso de atención no es lineal, tiene curvas, por lo tanto, sube y baja. Es conveniente intercalar descansos para recuperar la atención.
  • Resumir y recordar lo que se ha hecho. Resumir mentalmente u oralmente lo que se ha trabajado durante la tarea y poder hacer una pequeña explicación y apuntar con frases cortas los detalles más importantes es una buena técnica para ejercitar la atención.

Todo esto teniendo en cuenta que los adultos hemos de dar ejemplo de aquello que queremos enseñar y transmitir, por ello será necesario que mantengamos la mirada y estemos atentos a lo que nos piden nuestros alumnos.

Recursos que nos podrán ayudar ceac1

Hay muchos recursos que se han creado o que ya existen que son de gran ayuda para poder captar la atención de nuestros alumnos en educación infantil:

  • Rompecabezas
  • Puzzles
  • Laberintos
  • Cuentos
  • Cubo de Rubik
  • Memory

Así, hemos de tener en cuenta que la atención dentro del aula es básica para un buen desarrollo académico y está en nuestras manos poder ayudar a todos aquellos alumnos que dependan de nosotros, sobre todo los más despistados.

Fuente: Blog CEAC Centro de Estudios

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