Si te pasas ocho horas al día delante del ordenador, realizas un trabajo más bien físico, eres deportista, has sufrido algún accidente o estás en esa franja de edad en la que ya te consideran «mayor», seguro que has ido alguna vez al fisioterapeuta. Y es que el ritmo de vida y estrés que llevamos hoy en día unido al envejecimiento de la población y al incremento del tiempo que pasamos delante de una pantalla convierten a la fisioterapia en una de las disciplinas sanitarias más necesarias. Quizás por ello ha evolucionado y se ha popularizado tanto en los últimos años, aunque sigue siendo una profesión relativamente joven.
¿Te estás planteando estudiar fisioterapia? Sigue leyendo para conocer más a fondo el trabajo del fisioterapeuta y sus salidas profesionales.
En España hay cerca de 60 universidades que ofrecen el Grado en Fisioterapia, la mitad de ellas concentradas en Madrid y Barcelona, y algunas lo combinan con otra carrera como la de Enfermería o Ciencias de la actividad física y el deporte en una doble titulación como el doble grado en Fisioterapia y CAFD o el doble grado en Enfermería y Fisioterapia.
Además, según datos del Servicio Público de Empleo, el 80 % de los graduados en fisioterapia encuentran su primer empleo a los seis meses de haber terminado los estudios y el paro entre los fisioterapeutas es bastante bajo.
¿Qué hace y dónde trabaja un fisioterapeuta?
La Organización Mundial de la Salud define la fisioterapia como una alternativa terapéutica no farmacológica para prevenir, curar y paliar dolencias mediante el ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua y técnicas manuales como el masaje. En definitiva, su objetivo es mantener, restablecer y aumentar el nivel de salud de las personas para mejorar su calidad de vida.
Actualmente, la mayoría de fisioterapeutas trabajan en el ámbito de la asistencia, actuando sobre todo a posteriori para mitigar el dolor de los pacientes. Pero a corto plazo el futuro de la fisioterapia asistencial está en la prevención, asesorando y educando a la población sobre hábitos saludables relacionados con el movimiento, la flexibilidad, la fuerza muscular y la ergonomía, evitando así posibles lesiones y mejorando las habilidades funcionales y motoras del cuerpo durante el envejecimiento. La fisioterapia asistencial se lleva a cabo en centros públicos y privados como hospitales y clínicas, centros de atención primaria, centros de rehabilitación, escuelas de educación especial, clubes deportivos, residencias geriátricas, balnearios y spa, etc., pero también como profesionales autónomos que abren una consulta propia.
Existen además otras áreas en las que el fisioterapeuta puede desarrollar su labor profesional. La docencia, enseñando y transmitiendo conocimientos en universidades y centros de formación continuada. La investigación clínica y científica con el fin de mejorar e impulsar nuevas técnicas en la fisioterapia. La gestión y dirección de centros, unidades o servicios asistenciales, así como colegios profesionales.
Si te decides a cursar el grado o algún máster en Fisioterapia, ten en cuenta que las universidades que lo imparten recomiendan tener ya de entrada un buen nivel de física, matemáticas y biología. Además la profesión de fisioterapeuta implica también ser capaz de escuchar, tener buena comunicación interpersonal y sentido ético, respetar la diversidad cultural de la sociedad actual, saber trabajar en equipo, asumir responsabilidades y tomar decisiones, además de estar comprometido con la salud y el bienestar de las personas.
