El trabajo ocupa un lugar central en la vida de cualquier persona. No sólo por el tiempo que le dedicamos, sino porque determina nuestra trayectoria vital. Las empresas se preocupan cada vez más por dinamizar al trabajador y colaborar en su evolución profesional y personal. En este sentido, la Formación Programada cobra un gran protagonismo como herramienta de motivación. Los cursos para trabajadores son una inversión de futuro, tanto para el empleado como para la empresa.
Las empresas son conscientes de que la formación bonificada es un valioso recurso de gestión de recursos humanos. Aumenta la eficacia de los procesos y dota al trabajador de mayor autonomía a la hora de resolver problemas y tomar decisiones. A nivel de plantilla, contribuye a formar trabajadores polivalentes con una gran movilidad o, por el contrario, a contar con personal altamente especializado en un área concreta.
Por otra parte, el hecho de apoyar a los trabajadores y capacitarlos aumenta la motivación y el sentimiento de pertenencia de éstos. Todo esto se traduce en la empresa en un aumento de la rentabilidad, una mejora del clima laboral y una ventaja competitiva fundamental: el capital humano.
La formación bonificada es una excelente oportunidad personal y laboral para el trabajador. Mediante cursos de formación programada puede compatibilizar el trabajo con sus metas individuales, mejorar sus capacidades y adquirir otras nuevas. Los estudios proporcionan herramientas de movilidad horizontal o vertical, es decir, capacita para desempeñar nuevas tareas o para acceder a un puesto de nivel superior. El centro de estudios INESEM Business School ofrece diferentes para cubrir cualquier objetivo profesional propuesto.
Además, recibir formación continua permite al trabajador mejorar sus capacidades, ampliar sus horizontes y sentirse dueño de su carrera. Un trabajador en constante proceso de actualización es menos proclive a caer en la desmotivación o la apatía, con las consecuencias profesionales y personales que esto conlleva. Por el contrario, tiene la autoestima alta y se encuentra más activo y dispuesto a afrontar nuevos retos profesionales y personales.
La formación bonificada o programada, es, en definitiva, una forma de entender el entorno empresarial y las relaciones entre empleado y empleador como vía de enriquecimiento mutuo. Una apuesta directa por el capital humano y por el futuro de la empresa en la que, al lanzar los dados, todos ganan.
