La universidad Internacional de Valencia (VIU), organizó el I Congreso Internacional online de Tecnología e Innovación Educativa, un acto que se encargó de coordinar María Rosell, responsable del Área de Innovación y retos tecnológicos de la VIU, y al cual acudieron más de 200 expertos procedentes de 14 países del mundo como EE.UU, Canadá, Vietnam, Angola, Brasil, Francia, Alemania o Colombia, entre otros. Además, en el Comité de Expertos se encuentra la lingüista Juana Muñoz, quien ya figura entre los 100 españoles más influyentes del mundo y el escritor, profesor e investigador Daniel Cassany.
En dicho congreso, el tema a tratar fue la aplicación de la tecnología y la robótica y, en general, de la Inteligencia Artificial, en la vida cotidiana del docente y del alumno en las aulas de nuestro país. Este hecho, supondría la existencia de laboratorios de lectoescritura o Matemáticas, así como proyectos que se encarguen de implementar la robótica en un aula de Primaria, algo que ya ha sido testado en el ámbito extraescolar con inmejorables resultados para hospitales con jóvenes pacientes que padecen las denominadas “enfermades raras”. Al respecto, los especialistas coincidieron en destacar la necesidad “adaptar el modelo educativo a la creciente revolución mediática y tecnológica”, donde juegan un papel determinante la IA, las Redes Sociales y la Gamificación en el aula.
Los técnicos asistentes también quisieron destacar la figura del docente en este proceso, un colectivo que en muchas ocasiones se encuentra en “situación de desamparo y denostado por la sociedad”. Según Rosell, la sociedad sufre una «infoxicación«, puesto que, en la actualidad, se recurre en demasía al contenido digital existente en la red, algo que hace que el aprendizaje no sólo se adquiera en las aulas, sino que un amplio porcentaje llega por medios paralelos, sin guía, y propiciará que la figura del profesor no sólo se encargue de aportar conocimiento a sus alumnos, sino que haga de filtro sobre lo que aprenden fuera del centro educativo.
Así, y respecto al modelo educativo del futuro, el Congreso concluyó en que “va a tender a ser cada vez más individualizado” y donde el alumno será cada vez más diverso, disperso y participativo, un hecho que supondrá la medición de los niveles de memoria, progreso y de atención de los estudiantes.
Otra de las conclusiones tiene que ver con la aplicación de la experiencia lúdica en el aula, el fenómeno conocido como Gamificación, ya que “se ha demostrado que trasladar al aula experiencias relacionadas con el lenguaje narrativo de los videojuegos, de un libro o de la película de aventuras supone una mayor motivación para el alumnado y mejora los resultados”.
Para finalizar, y en relación a las RRSS, denominadas como “el lenguaje de los alumnos”, se especificó que estas redes han contribuido a romper barreras de género, edad y de espacio y tiempo, aunque pueden ser un arma de doble filo y “fomentar la desigualdad”, por lo que “hay que ser capaces de innovar en los centros con menos recursos porque no todos los alumnos llegan con una tablet debajo del brazo”.
