«Es probable que la tecnología y la educación jamás hayan tenido una vinculación tan evidente como la actual», cuenta José Díaz, profesor del Departamento de Didáctica de Expresión Musical, Plástica y Corporal de la Universitat de València y director del Diploma de Especialización de Competencia Digital del Profesorado: Innovar y Mejorar la Práctica Docente con Nuevas Tecnologías. En este contexto, la Universitat de València apuesta, por cuarto año, por dar la oportunidad a quienes se han graduado, diplomado o licenciado en el ámbito de la educación así como a profesionales de este mismo sector de aprender a aplicar de manera eficiente la tecnología «aspecto cada vez más necesario» dentro del ámbito educativo.
«En estos momentos, la implantación educativa de las TIC no se corresponde con el nivel de integración en el ámbito doméstico y privado. Falta un plan integral, consensuado y progresivo que guíe el proceso a corto, medio y largo y que integre a toda la comunidad: profesorado, alumnado y familias», explica Díaz, de esta manera, la falta de asistencia técnica y la carencia en formación educativa en competencia digital es «evidente». En palabras de Díaz, el interés general del profesorado es elevado y mantiene una actitud pro tecnológica, es así como el Diploma de Especialización de Competencia Digital del Profesorado: Innovar y Mejorar la Práctica Docente con Nuevas Tecnologías se convierte en su mejor aliado.
«En estos momentos, mejorar la competencia digital y docente y desarrollar habilidades pedagógicas para optimizar el potencial de innovación y mejora profesional que tienen las TIC es esencial para el profesorado», señala Díaz. El título está planteado para cumplir una serie de objetivos: aprender a utilizar las TIC para mejorar la acción docente y la gestión, aplicación y evaluación del currículum; conocer y valorar los aspectos básicos de la identidad digital, seguridad, protección de datos, el uso técnico y las buenas prácticas con TIC; aprender a diseñar materiales educativos y recursos digitales interactivos aplicables a cualquier nivel educativo y área curricular; y valorar de forma crítica las redes sociales educativas, prevenir los riesgos de entornos digitales y conocer estrategias para la protección de los menores así como aprender fundamentos y lenguajes de programación y usarlos en el aula.
«La educación es un derecho esencial y un proyecto social de valor incalculable. Uno de los recursos con mayor potencial de transformación y mejora son las TIC. La tecnología puesta en buenas manos aporta valor añadido, es por ello por lo que las TIC deben ingresarse en los centros educativos como un instrumento ordinario de trabajo porque son importantes», explica Díaz en cuanto a la relación educación-tecnología. Pese a ello, lo que sí es cierto es que aunque los medios digitales, interactivos y multimodales son más «atractivos», si el formato tradicional (papel) está adaptado a las capacidades del alumnado seguirá siendo intelectualmente igual de estimulante que el formato digital.
Fuente: Noticias de la Universidad de Valencia/Fundación Universidad-Empresa Adeit
