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La PNL (programación neurolingüística) como modelo para la consecución de objetivos, reforzar nuestros recursos y aprender de nuevos

La PNL (programación neurolingüística) es un modelo de comunicación interpersonal sobre la que podemos encontrar múltiples definiciones. Hay autores que hablan de ciencia, proceso, modelo, sistema, tecnología cibernética…

Pero, ¿qué es, cómo nace y para qué sirve la PNL?

¿Qué es?

Empezaremos por una noción básica que describa el significado de dichas siglas.

Programación: Nuestro cerebro funciona como el software de un ordenador, es decir, como un procesador que nos permite modificar aquello en lo que creemos, sentimos y por lo que, consecuentemente, actuamos.

Neuro-: prefijo cuyo significado alude al ‘sistema nervioso’ en virtud del cual procesamos la información –que nos llega a través de los cinco sentidos*- (Bavister y Vickers, 2014), siendo la conducta el resultado de la actividad neurológica (Carrión, 2011).

* Es interesante la visión de Jarrett (2015), experto en neurociencia cognitiva, sobre los mitos del cerebro. Recomendamos su lectura.

Lingüística: estudio del lenguaje como herramienta que construye el significado sobre nuestra experiencia.

Si, como explica Olivé (2010): «La PNL estudia los procesos de autoconocimiento, comunicación, aprendizaje y cambio de las personas en su entorno con el fin de mejorar en aquellos aspectos en que decidan hacerlo», podemos afirmar que este modelo de comunicación nos posibilitará descubrir nuestro MAPA de la realidad, es decir, nuestra representación interna subjetiva y, a partir de aquí, poder desarrollar habilidades con objeto de lograr el/los objetivo/s que nos hemos propuesto.

Pero, ¿cómo se construye nuestro mapa de la realidad? Experimentamos y conocemos el mundo a través de los cinco sentidos, aunque no seamos conscientes de la capacidad de percepción del total de los mismos (hemos de aclarar que nuestro cerebro, como apunta Libet (2005), necesita medio segundo de tiempo para que un estímulo pase del inconsciente al consciente. Filtramos la información que nos llega en base a nuestros valores, creencias, expectativas, distorsiones, generalizaciones u omisiones, lo que produce que la información que nos queda esté sesgada. Se explica de este modo cómo, ante un mismo hecho o situación, cada persona interpreta y da distinto sentido a esa información, que produce por tanto diferentes reacciones y actitudes.

La comunicación ha de implicar un ejercicio de comprensión, de tolerancia y de humildad ya que no se puede pretender que los demás vivan desde nuestro propio ‘mapa’. No solo tenemos que entender nuestra propia representación interna, sino que desde el planteamiento propuesto se nos facilitará poder entender el mapa ajeno.

Ésta es la es clave, si partimos de los postulados de la inteligencia emocional, para mejorar las relaciones intra e interpersonales.

¿Cómo nace la PNL?

El modelo nace de la mano de Richard Bandler y John Grinder en los años 70. Su investigación se originó a partir de su interés por conocer cómo a través de la comunicación se producían cambios en el comportamiento humano. Se preguntaron de qué modo estaban consiguiendo cambios en sus terapias, qué estaba ocurriendo para que dichos cambios se produjeran. Para ello, tomaron modelos de terapeutas conocidos como Fritz Perls (padre de la Gestalt), Virginia Satir (pionera del modelo sistémico) y Milton Erickson (Hipnosis Ericksoniana). Posteriormente incluyeron los estudios de Gregory Bateson (sistémica y cibernética de la comunicación) y Noam Chomsky (gramática transformacional).

La PNL ha ido evolucionando y se han ido implementando nuevos modelajes. Se ha ido nutriendo asimismo de aportaciones de otros profesionales e investigadores de forma que, a día de hoy, podemos hablar de una tercera generación de PNL, centrada en aspectos como la identidad, la misión y la visión, tanto para personas como para organizaciones (Olivé, 2010).

¿Para qué sirve?

La aplicación de la PNL, destinada tanto a ámbitos psicoterapéutico, educativo, como empresarial y familiar, posibilita enormes ventajas:

  • Abrirnos al autoconocimiento,
  • comunicarnos de forma más eficiente y óptima,
  • regular nuestras emociones,
  • tomar decisiones,
  • gestionar el tiempo,
  • aumentar nuestro grado de motivación,
  • gestión el estrés,
  • conseguir nuestros objetivos,
  • mejorar las relaciones personales,
  • liderar de forma óptima,
  • superar fobias y traumas,
  • enseñar con éxito.

En definitiva, nos enseña a enfrentarnos a nuestra realidad y a nuestro día a día de una manera más sana, proporcionándonos una mejor calidad de vida.

Dra. Maite Durán

Docente del Instituto Psicobiológico

Fuente: Blog Instituto Psicobiológico

1 comentario en «La PNL (programación neurolingüística) como modelo para la consecución de objetivos, reforzar nuestros recursos y aprender de nuevos»

  1. Yo lo definiría como una manera profesional de mejorar la inteligencia emocional. Y eso es esencial. No solo para lo profesional. Para todas las dimensiones.

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