Además de un ciclo educativo, el doctorado puede considerarse un proyecto de vida. Según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, los estudios de doctorado suelen alargarse entre tres y cinco años. Por lo tanto, antes de iniciar la tesis debemos estar completamente seguros de que la idea nos atrae. El tiempo invertido y los sentimientos de estrés y estancamiento que provoca le han dado la fama de un hueso duro de roer. Sin embargo, el esfuerzo puede ser compensado con el tiempo. Por ejemplo, con un buen trabajo en docencia e investigación universitaria.
Eso sí, no podemos negar que, como en todo proyecto a largo plazo, hay inconvenientes. Ante esta situación, algunos estudiantes se preguntan: ¿hay algún doctorado más asequible que otro?, ¿cuál es el más difícil de todos? En en este post, te explicamos por qué debes evitar este tipo de planteamientos. Si la tesis te causa cierto respeto, hay maneras de combatir las sensaciones negativas. ¡No te rindas antes de empezar!
Cuestión de dificultades, cuestión de gustos
¿Cómo lo harías para cuantificar la dificultad de un proyecto académico? Seguramente, nunca se te ha ocurrido pensar cuál es la carrera universitaria más complicada. Tenemos datos sobre matriculados y suspensos, es cierto, pero en este caso los números no son garantía de nada. En el terreno de la dificultad, entran en juego factores subjetivos, tanto en un grado como en una tesis doctoral. De todas formas, analizar los aspectos que intervienen en la percepción fácil/difícil, puede ser de ayuda. Estas son algunas de las cuestiones a tener en cuenta:
- Intereses personales: ¿Me gusta lo que estoy haciendo?
- Aptitudes y habilidades: ¿He obtenido buenos resultados académicos en este ámbito?
- Conocimiento del sector: ¿Sé cómo funciona un grupo de investigación?
- Circunstancias del momento: ¿Tendré tiempo? ¿Podré trabajar a la vez?
- Situación económica: ¿Dispondré de becas o de ayudas familiares? ¿Y mi salario?
Consejos para gestionar la presión durante el doctorado
Ya hemos visto que el doctorado no es camino de rosas. De hecho, sería extraño que todo fueran facilidades: se trata del nivel de especialización más alto en el mundo universitario. Si en algún momento los pensamientos negativos te superan, no te preocupes más de la cuenta. Hay maneras de gestionar la presión y conseguir tu objetivo. Estos son algunos consejos para lograrlo:
- Planificar la duración de la tesis pero prever posibles modificaciones.
- Marcarse objetivos realistas y no exigirse más de la cuenta.
- Informarse sobre las becas disponibles.
- Buscar un trabajo flexible que nos permita dedicarnos a la tesis.
- Pedir consejo a otras personas que hayan pasado por la misma experiencia.
- Compartir sensaciones y propuestas con otros estudiantes de doctorado.
- No dejar de lado el ocio ni las actividades extraadémicas.
- Pensar en los aspectos positivos de la tesis: crecimiento personal, oportunidades laborales, etc.
¿Lo tienes claro? ¿El siguiente paso en tu vida académica va a ser un doctorado? Pues consulta la oferta de cursos en Emagister y ponte manos a la obra. Recuerda que puedes cursar el tercer ciclo presencialmente o a distancia. ¡Tú decides, tú avanzas!
