La Universidad Pontificia de Salamanca ha presentado esta mañana el nuevo Servicio de Asistencia Psicológica Sanitaria (SAPS). En el acto han estado presentes la rectora, Mirian de las Mercedes Cortés Diéguez, acompañada por la directora del SAPS, Mª Ángeles Gómez Martínez, y la directora del Gabinete de Comunicación, Belén Schramm Casado. SAPS es un centro sanitario que pertenece a la Fundación General de la UPSA y que contribuirá a prestar atención psicológica, tanto a población adulta como infanto-juvenil, apoyando a la docencia, la investigación y transferencia de conocimiento, así como la formación continua en la Universidad.
La rectora, Mirian de las Mercedes Cortés Diéguez, ha expresado su alegría por la apertura de este servicio «ilusionante y propio de nuestra Universidad, en el que llevamos mucho tiempo trabajando». «La función de nuestra Universidad sin ánimo de lucro tiene una misión muy importante y nuestro objetivo es que podamos prestar el mayor servicio a la sociedad (…) Junto con el Centro de Orientación Familiar y la Clínica Logopédica, que ya tenía la UPSA, faltaban cubrir campos de asistencia social y nuestra Facultad de Psicología con tanta tradición y tan importante para la vida del hombre, ha empezado a cubrir este campo como un nuevo reto para la Universidad».
La Fundación General de la UPSA inicia este servicio con una primera sección «y esperamos que en el futuro se puedan añadir otros servicios en el campo de la Psicología», apuntó la rectora.
La directora de SAPS, Mª Ángeles Gómez Martínez, ha expresado su satisfacción por poner en marcha este proyecto «que estaba en mente de muchos desde hace tiempo, porque creíamos necesario poner en marcha un servicio que facilitara el acceso al tratamiento psicológico, con evidencia empírica a personas que no pueden permitirse pagar un tratamiento ambulatorio privado, o cuando los recursos públicos son insuficientes para cubrir esas necesidades de tratamiento psicológico».
La directora ha considerado importante que desde una institución universitaria se fomente la investigación acerca de la eficacia de los tratamientos psicológicos «ese ámbito no se puede cubrir tampoco desde un ejercicio privado. Una institución académica debe velar porque se desarrollen, se comprueben y se pongan en marcha tratamientos con evidencia empírica». Además la responsable ha considerado importante que la Fundación General de la Universidad «vele por ofrecer a los antiguos alumnos y profesionales una herramienta de supervisión y tutorización de casos clínicos». El nuevo Servicio también está pensado para que los alumnos de posgrado «desvalidos a la hora de afrontar y enfrentar sus primeros casos clínicos puedan estar supervisados a la hora de enfrentarse a la primera experiencia clínica de manera más tranquila y protegida».
El Servicio de Asistencia Psicológica se centra en tres pilares: asistencia a personas que quizá tengan otras dificultades para abordar un tratamiento psicológico, vehículo para favorecer la investigación y abordar formación y supervición de profesionales «porque hay otras instituciones que no están cubriendo esa labor de supervisión asistencia y tutorización», concluyó.
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Los servicios del SAPS están dirigidos a la comunidad universitaria y a la sociedad en general y prestará servicio psicológico asistencial con criterios contrastados de calidad, eficadia y eficiencia. Proporcionará a los alumnos de posgrado una formación especializada en áreas de intervención psicológica, coordinará actividades con otras instituciones públicas y privadas para ofertar acciones de intervención preventiva, de promoción de la salud y de investigación y colaborará con otros centros de atención socio-sanitaria de la Universidad para ofrecer un servicio de atención integral.
La actividad asistencial del SAPS se establecerá en torno a la intervención y asesoramiento psicológico ambulatorio individual o grupal, tanto en adultos como en niños y adolescentes, para problemas relacionales y aquellos problemas de salud en los que estén implicados factores psicológicos: intervención psicológica en trastornos de ansiedad y depresión en adultos; en problemas sexuales, familiares y de pareja, en envejecimiento y demencias, en problemas laborales y comunitarios, en niños y adolescentes, en problemas de salud, y otros trastornos de personalidad, conducta alimentaria, fluidez del habla, etc.
