En los últimos meses del año, no conviene bajar la guardia. Por eso seguimos investigando acerca de las tendencias en Project Manegement. Si hay una profesión que no deja de innovar es, precisamente, ésta. Su evolución no solo es constante; también, necesaria para conseguir el mejor enfoque en un trabajo.
Ser ágiles en el pensamiento es una de las tendencias que ya se ha puesto en práctica durante este año y que mejores resultados ha demostrado. Rapidez y flexibilidad marcan el desarrollo de los proyectos, teniendo en cuenta la presión del mercado y los cambios que se presentan. Cambios, por otra parte, a los que no se les debe tener miedo. El Project Management deberá iniciar cualquier trabajo asumiéndolos y preparándose para dominarlos. El cambio está presente en todo lo que hacemos y su gestión es una habilidad necesaria. También, una oportunidad para que el PM demuestre su capacidad de vincular estrategias y técnicas. Entre ellas, incluir el Design Thinking ya que es una de las formas más innovadores de resolver problemas. El pensamiento del diseño combina ingeniería y creatividad para explorar y conseguir soluciones ante todo tipo de desafío.
Otra de las revoluciones dentro de esta profesión es la distribución del equipo. Cada vez está más consolidada la idea de crear distintos grupos de trabajo, pequeños pero muy especializados y que no comparten la misma ubicación espacial. Y es que lo verdaderamente importante es unificar objetivos. Para conseguirlo, el pensamiento globalse impone. Por otra parte, la diversificación mejora la respuesta a un cliente que se implica más que nunca en el proyecto, pero no solo en la última fase. Ahora, está presente desde el inicio y vive a tiempo real todo lo que ocurre.
Otro de los cambios que estamos experimentando es la relación con la competencia. El PM amplía su mirada y no pierde de vista sus pasos. El objetivo no es copiar pero sí observar sus estrategias y adaptarlas a su compañía. Esta práctica conocida con el nombre de benchmarking se basa en tener como referencia a los mejores de tu sector. Los objetivos son obtener más calidad en el producto creado y aumentar la productividad en el proceso.
Todas estas corrientes exigen al Project Management que asuma su papel estratégico y potencie su visión de negocio sin olvidar, en ningún caso, su lado más humano. Por eso, las habilidades blandas se vuelven indispensables para conseguir el equilibrio entre lo técnico y lo personal. Tomar este camino permite al PM potenciar el talento de su equipo, por ejemplo
Pero, si hay una tendencia a la que se le dará más énfasis en los últimos meses del año, es el Triángulo del Talento. El Project Management Institute considera que para desempeñar esta profesión son claves tres elementos: la técnica, el liderazgo y la experiencia estratégica.
Y tú, ¿qué crees que hace diferente a un Project Management?
