Desde que el Plan Boloña se instaló entre nosotros, la formación a nivel universitario en España ha pasado a incorporar las prácticas como parte integral de los planes de estudio de muchísimas carreras. Existen diferentes tipos de prácticas, enfocadas a diferentes temáticas de estudio. Algunas de ellas, incluso te dan la posibilidad de desarrollar una experiencia laboral en el extranjero tanto en empresas privadas como en entes institucionales europeos, tales como: la Comisión Europea. Si te interesan este tipo de prácticas, no te puedes perder el siguiente post.
Las prácticas permiten un primer contacto directo con el mundo laboral, constituyen una forma de aprendizaje en empresas o instituciones, dan la posibilidad de adquirir experiencia en algún aspecto específico de nuestras carreras, y así promueven una especialización muy concreta. Unas prácticas pueden abrirnos mundos: tal vez descubramos áreas, tareas o habilidades de nuestra profesión que desconocíamos hasta entonces.
Si además podemos combinar esta experiencia laboral con una temporada de vida en el extranjero nos habrá tocado el premio gordo. La Unión Europea, una vez más, nos ofrece la oportunidad de formar parte de la comunidad internacional a través de la Comisión Europea como becario de prácticas en alguna de sus unidades de trabajo.
¿Qué ofrecen?
Prácticas remuneradas durante 5 meses, que comienzan el 1 de marzo o el 1 de octubre cada año. La convocatoria para octubre de 2014 ya está cerrada, pero si te parece un buen destino para 2015, tienes tiempo hasta el 29 de agosto para presentar tu solicitud aquí.
El sueldo mensual es de aproximadamente 1000 € y existe un reembolso por los gastos de viaje, así como un seguro de salud al que puedes optar si así lo deseas.
El tipo de trabajo que realizarás depende de la sección a la que seas asignado. Las áreas con más demanda de becarios en prácticas son: asuntos legales, recursos humanos, políticas ambientales.
¿Quién puede solicitar las prácticas?
Cualquier candidato que posea un título universitario, sin importar su nacionalidad (no hace falta ser ciudadano comunitario) puede presentarse. En cuanto a los idiomas, debes tener un muy buen nivel de inglés, francés o alemán además de un muy buen nivel de otra lengua oficial europea. Si las prácticas las solicitas en la Dirección General de Traducción, debes demostrar conocimientos de dos lenguas europeas además de la lengua materna. En este sentido es importante tener presente que las lenguas co-oficiales de España no cuentan como lenguas europeas.
¿Cómo presentar tu solicitud?
El sistema puede ser un poco tedioso, pero es realmente muy claro y fácil de completar. Además de tus datos personales, tendrás que ingresar toda la información sobre tu formación, conocimiento de idiomas y experiencia laboral relevante. La parte más difícil, y que no debes dejar para el último día, es la que te pide que describas tu recorrido profesional o estudiantil, señalando los hechos que tú consideras clave en tu formación, y los motivos por los que te interesaría formar parte de la Comisión Europea.
Desde luego, es importante recalcar la relevancia que tiene para ti formar parte de una organización internacional de esta envergadura, pero busca también los motivos más personales, como la posibilidad de conocer otros becarios de lugares bien distantes o la oportunidad de estudiar luxemburgués en tu tiempo libre.
Una vez completadas todas las secciones de la solicitud, la envías y recibirás un número de solicitud con el que podrás hacer consultas o solicitar asistencia si la necesitas. No es necesario enviar ningún documento en papel en esta primera etapa. Si te pre-seleccionan, deberás enviar copia de tu DNI, títulos, certificados, etc.
Te animamos a presentarte si cumples con los requisitos. No podemos saber dónde está nuestro futuro trabajo, y por eso lo recomendable es abrir cuantas puertas sean posibles.
