«O juegas o estudias». Esto le decían a Ferran Martínez cuando era jugador profesional de baloncesto del FC Barcelona. Siempre viajaba con un ordenador portátil, que entonces pesaban 4 kilos, para estudiar.
Formado en programación y empresariales mientras era jugador, ahora con un MBA, un Máster y unas prácticas en San Francisco su nombre se asocia a un ejecutivo de éxito y flamante hombre de negocios.
Para mí resulta un tanto extraño, ya que me considero una persona emprendedora y con ganas de crear proyectos y llevarlos a buen término, aplicando todo lo que el deporte de elite me enseñó y pensando siempre en positivo y a lo “grande”.
De todas maneras es un honor que se me relacione en estos términos, aunque no lo pienso demasiado.
¿Te lo imaginabas en tu época de jugador profesional? 
No me lo podía imaginar, aunque siempre he pensado que un deportista es en sí mismo una empresa, que es capaz de generar por su actividad profesional y por otras muchas cosas.
Cuando jugaba era consciente de que tenía mucha capacidad de ahorro, y sobre todo, que la vida del deportista dura muy poco, por lo tanto sabía que no debía dejar de formarme mientras jugaba.
Si aplicas el sentido común tanto en los negocios como en tus finanzas personales, vivirás más tranquilo.
¿Por qué en el sector de las finanzas y la gestión empresarial?
Por qué cuando tienes la suerte de generar ingresos desde muy joven, cuanto más domines las finanzas, más control tendrás de tus inversiones, y si te equivocas lo harás tú, y no los demás.
La disciplina, el trabajo en equipo, la superación personal, la presión por ganar, la orientación a resultados etcétera te lo enseña el deporte, y si te formas, lo aplicarás con éxito en tu vida post jugador.
Has trabajado en una entidad de prestigio como Banc Sabadell, ¿has tenido que demostrar más tu valía por haber sido deportista profesional?
No, ya que yo les propuse crear la unidad especializada de deportistas y artistas en un gran banco, con unos grandes profesionales. Un proyecto innovador en ese momento.
Tuvimos la imagen de deportistas como Messi, Gemma Mengual y Pep Guardiola, por ejemplo. La clave está en que yo he sido uno de ellos y comprendo sus inquietudes y necesidades.
Lo importante es tener la confianza de este colectivo tan particular, que gana mucho en periodos muy cortos de tiempo y desde muy jóvenes, y tienen un entorno complejo. Además no tienen ni tiempo ni conocimientos para gestionar su patrimonio.
Siempre has tenido el listón muy alto, rodeado de presión, responsabilidad, exigencia. ¿Cómo lo gestionas?
Para mí la presión es un estímulo, no un problema. Es como afrontar un nuevo reto.
Cuando te formas como persona y deportista en un Club como el FC Barcelona (llegué cuando tenía 12 años), aprendes a convivir con la presión y con la responsabilidad. Esto es la mejor escuela.
Lo más importante es ser honesto, rodearte de los mejores trabajadores y trabajar en equipo y predicar con el ejemplo. Y sobre todo disfrutar con tu trabajo, teniendo un carácter optimista.
¿Cómo te ha servido tu etapa deportiva en la actual?
Los deportistas tenemos la suerte de adquirir unos valores que son muy útiles en “la vida real”. Ser constante y no dejar de que en los momentos duros te vengas abajo es muy importante.
Superamos todo tipo de adversidades, como lesiones graves, derrotas dolorosas etcétera, y siempre sabemos que al día siguiente tenemos que estar al 100%.
También sabemos que si no entrenas a tope cada día, no mejorarás. Si esto lo aplicas en la vida profesional serás mejor cada día, por esto nunca debes dejar de aprender. Cuando era jugador disfrutaba mucho con lo que hacía, igual que ahora.
También has fundado tus propias empresas, ¿qué les dirías a los que no se acaban de atrever por miedo al fracaso o que les cuesta asumir riesgos?
Esto es lo mismo que no atreverte a lazar un triple por miedo a fallar. Es mucho peor no intentarlo que fallar. 
Por esto debemos ser conscientes que el fracaso no existe, sino que es una oportunidad de mejora. En EE.UU se valora las veces que has cerrado un negocio y has sido capaz de reinventarte después.
Al iniciar cualquier proyecto sabes que tendrás amenazas y a veces las cosas no saldrán como estaba previsto. Mi consejo es no desfallecer nunca, tener capacidad de adaptación al entorno y mentalidad optimista.
Otro tema importante es hacer un buen estudio de mercado antes de empezar, y hacer varias simulaciones, siempre pensando en los escenarios más pesimistas, para estar cubierto. Y por supuesto, rodearte de personas de las que puedas aprender.
¿Qué es más difícil defender la pintura o cuadrar un balance?
Depende de cómo lo afrontes. En ambos casos no podrás hacerlo solo, por lo tanto, si el equipo es bueno y todos reman en la misma dirección, los resultados serán mejores. De todas maneras, ¡es más divertido lo primero!
Eres Miembro de la Comisión Deportiva del FCB Barcelona, además de haber tenido otros cargos, ¿imposible desvincularse del deporte?
Disfruto mucho viajando con los jugadores, compartiendo horas en los aeropuertos, estando en los entrenamientos y viviendo de cerca los partidos. A mí no me ven como un directivo, sino como un jugador como ellos.
¿Qué te dicen? ¿Te piden consejo?
Sí. A veces hablamos de economía, de los mercados y de donde invertir. Pero también hablamos de básquet, de fútbol y de otras muchas cosas.
Como es lógico, muchas situaciones deportivas que están viviendo yo también las he pasado, así que intento animarles en momentos duros y a veces lanzo algunos tiros con ellos tras los entrenamientos. Además entreno todos los lunes y juego con los veteranos del FC Barcelona.
Normalmente te relacionamos con el Barça, pero este año se cumplen 20 de un gran éxito con el Joventut: campeones de Europa. ¿Otro ejemplo de que todo es posible?
Sí, viví unos años increíbles con el Joventut y es un poco mi casa también. Fue una época en la que formamos un equipo muy joven pero con mucho talento.
Salíamos a la cancha a divertirnos y el cénit fue la Euroliga del 94, en Tel-Aviv. Esa final fue inolvidable. Tengo mucha relación con muchos de mis compañeros de la época. Ahora están preparando los actos del 20 aniversario y tengo muchas ganas de celebrarlos juntos.
