Una entrevista de trabajo es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos tras terminar nuestros estudios. Nos pasamos días buscando empleo: analizando puestos vacantes que se ajustan a nuestro perfil, enviando CVs, esperando esa llamada que cambiará nuestras vidas. Queremos entrar en el mercado laboral y estamos muy motivados, con ganas de aprender y de desarrollarnos profesionalmente.
Esto es muy positivo, ya que podemos usar esa energía para prepararnos y lograr que nuestra entrevista de trabajo sea todo un éxito.
La semana antes de la entrevista es clave. Te ayudará a sentirte más seguro si te lo preparas antes y sin duda, practicar la entrevista días antes, marcará la diferencia.
Ensaya delante del espejo. Te parecerá una tontería, pero ¡es muy importante! No te imaginas la seguridad que te da repetir lo que te gustaría decir en la entrevista, y practicar cómo vas a decirlo.
No cruces los brazos. Es una muestra de nerviosismo y hace que te distancies más de la persona que te está entrevistando. Si pareces cercano, el entrevistador será más empático contigo.
Mira a los ojos y sonríe (sin exagerar), parecerá que estás seguro de ti mismo y eso gusta mucho. Pero no te pases con la seguridad: a nadie le gusta una persona que lo tiene todo claro y parece que no necesita aprender nada.
Intenta sacar lo mejor de ti y convierte aspectos negativos de tu currículum en cosas positivas para el trabajo al que quieres acceder. No te olvides que ser sociable se relaciona con tu capacidad para trabajar en equipo; que ser cabezota no es algo malo, sino el carácter que te lleva a ser perseverante y acabar siempre de forma eficaz las tareas que te encomiendan.
Respira. Practica respiraciones profundas y largas, con el estómago, todos los días durante la semana anterior a la entrevista de trabajo. Te ayudará a relajarte y el día de la entrevista serás capaz de desconectar y no tener los nervios de punta.
Anota en un papel todas las dudas que tengas sobre el puesto de trabajo. Desde Recursos Humanos te preguntarán si tienes alguna duda o pregunta que hacer. Tienes que hacer por lo menos una, ya que muestra interés por el puesto de trabajo.
Elimina las que creas que son absurdas o que pueden ofender al entrevistador (como preguntar por el salario y el horario de trabajo). Hay preguntas que irán surgiendo al final de la entrevista. Deja que sea la persona que te entrevista quien te comente ciertos temas.
Si es tu primera entrevista, no tendrás la ropa adecuada. Una semana antes, cómprate un traje y póntelo un par de veces en casa, para no sentirte incómodo con la nueva vestimenta. Elije colores neutros para camisas, blusas o camisetas.
Imprime todos los documentos que te hayan pedido que lleves, incluido tu currículum. Mételo en una carpeta y no te olvides de llevarlo el día de la entrevista.
Anota la dirección del lugar donde te van a entrevistar y busca cómo llegar en Google Maps. Esto te evitará tener que ponerte a localizar el lugar el día de la entrevista y ganar tiempo. ¡Es muy importante que no llegues tarde! No hay peor imagen que un entrevistado llegando tarde.
Si sigues todos estos consejos, te aseguro que la entrevista de trabajo será más llevadera, tendrás menos nervios y eso se notará. ¡Tu entrevista será todo un éxito!
