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¿Qué tengo que estudiar para dedicarme a la producción de videojuegos?

El papel de un productor de videojuegos puede variar mucho pero, en esencia, este trabajo implica ser el organizador principal  de horarios, personas, especificaciones y casi todo lo que el proyecto implica. Esta figura es el núcleo del proyecto que almacena toda la información acerca de qué hay que hacer, cuándo y por quién siempre con el objetivo claro de garantizar que el videojuego salga adelante y sea todo un éxito.

¿Es una profesión que se adapta a mis cualidades?

Las principales habilidades que un buen productor debe tener son

  • capacidad de organización,  
  • diplomacia,
  • atención al detalle, 
  • capacidad de gestión y
  • mano izquierda.

En la mayoría de los casos, estas habilidades se van desarrollando con el tiempo y la experiencia tras haber pasado por diferentes fases de los diferentes equipos de diseño, programación y pruebas de un videojuego.

Normalmente, a un productor se le suele ver como el jefe de proyecto al que reportar todo lo que sucede, pero su verdadero papel es el de eliminar todos los riesgos y obstáculos que vayan apareciendo, para garantizar el existo del juego. Un productor es la piedra angular que cohesiona los equipos y favorece que los componentes den rienda suelta a sus creaciones. Por lo que ser un buen líder y tener capacidad para solucionar problemas es una cualidad imprescindible.

A menudo, se da la circunstancia de que el equipo de desarrollo y el de pruebas tienen una gran carga de trabajo, teniendo que hacer horas extras y trabajar bajo mucha presión. En estas situaciones, es donde un productor saca a relucir sus mejores dotes. Permanecerá junto al equipo en todo momento, aunque su apoyo no sea más que moral, aportará calma en las crisis tratando de facilitar la solución al conflicto sea cual sea. Todo en aras de un buen funcionamiento.

¿Cómo puedo prepararme?

Por lo general, los productores alcanzan esta posición después de estar muchos años dentro de la industria del videojuego. La mayoría de los productores tiene más de cinco años de experiencia en el sector. No existe una formación específica para alcanzar un puesto así, pero existen grados de administración de empresas y formación específica en gestión de proyectos.

Atendiendo a esta realidad debemos entender dos fases bien diferenciadas: una primera etapa, en la que realizar formación más generalista y una segunda parte, en la cual se acumulará experiencia dentro del campo de la producción de videojuegos.

Para la primera fase, sería interesante realizar estudios específicos en diseño y desarrollo de videojuegos. Si tenemos claro que nuestro futuro es como productor, debemos procurar involucrarnos en la gestión de los equipos en la medida de lo posible. Existen multitud de asignaturas en las que se crean equipos de trabajo para la realización de prácticas, dentro de estos equipos siempre se debe de erigir un responsable que sea el que coordine al resto.

Pero si ya hemos realizado estudios universitarios no relacionados directamente con el sector del videojuego, una buena alternativa para un aspirante a productor podría ser iniciar una carrera profesional que nos dé la oportunidad de consolidar nuestras habilidades de liderazgo y de dirección creativa, aunque sea fuera de la industria del videojuego. Estas oportunidades las podemos encontrar en sectores como el musical o el audiovisual. Cualquier experiencia por pequeña que sea nos va a situar en una situación preferencial.

La segunda etapa que se debe de abordar es llegar a ser asistente de producción o productor asociado. El puesto de productor tiene una gran responsabilidad  y puede llegar a gestionar un gran presupuesto, por lo que para que alguien sea designado en esta responsabilidad debe sumar méritos y ganarse la confianza de los directores. Una vez  afianzados dentro de estos puestos de trabajo, con el tiempo y la experiencia, surgirán oportunidades para alcanzar el gran objetivo:  ser productor de videojuegos.

Como ves, no es éste un camino fácil pero nadie dijo que las grandes empresas lo fueran. ¿Estás dispuesto a conseguirlo?

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