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Resolución de conflictos y mediación en el ámbito familiar

El ámbito de la familia es probablemente uno de los lugares donde mayor número de conflictos existen, por la convivencia entre personas durante varias horas al día. Uno de los métodos más innovadores utilizados que pueden ayudar en la prevención, el tratamiento y la solución de estos conflictos es la mediación.

En el ámbito familiar existen dos perfiles diferentes que pueden formar parte del conflicto, los padres y los hijos. Dentro de estos perfiles, pueden existen tres posibles problemas diferentes como son: entre los padres, entre los hijos y entre los padres y los hijos. La mediación mediante su proceso innovador de resolución de conflictos apuesta por conseguir acuerdos en los tres tipos de problemas posibles.

Existen un gran número de situaciones en el ámbito familias en las que es posible aplicar la mediación, algunas de estas son:

  • Ruptura de la pareja, ya sea por separación, divorció o nulidad en las que la mediación puede actuar antes de que esta suceda intentando prevenir la ruptura, solucionando los conflictos y/o después de la ruptura, para que exista una buena relación entre los padres, entre los hijos y entre ambos.
  • Problemas de comunicación entre los miembros de la familia, para los que la mediación intenta no únicamente solucionar los conflictos sino también ofrecer habilidades y nuevas capacidades que poder prevenirlos.
  • Dificultades con los adolescentes en las que la mediación interviene en esta fase de la vida tan complicada y conflictiva, no para evitar los conflictos, que probablemente sigan existiendo puesto que son necesarios, sino también para trabajar para que de cada conflicto salgan varios aprendizajes.
  • Conflictos con hijos adoptados o de acogida en los que en muchas ocasiones la mediación ayuda a formalizar el proceso normal en el que el hijo/a acaba descubriendo su origen e inicia la búsqueda de su familia biológica intentando que ni desprecie ni reniegue de la familia que lo ha acogido hasta el momento.

En todas estas situaciones, el proceso de mediación intenta ayudar y conseguir toda una serie de objetivos entre los que destacan los siguientes:

  • Buscar las causas que provocan cada uno de los conflictos para trabajar por y para ellas.
  • Reducir los costes emocionales, la ansiedad y los efectos negativos de cualquier conflicto que exista en el seno familiar.
  • Ayudar a que los padres de familia creen estrategias educativas conjuntas de cara a sus hijos para evitar los malentendidos.
  • Ayudar en las posibles dificultades de relación y comunicación entre varios miembros de la familia
  • Fomentar una educación igualitaria entre los hijos (cuando son más de uno) teniendo en cuenta y actuando según sus diferencias y realidades individuales únicas.

Finalmente, la mediación ofrece bastantes ventajas respecto a otros métodos de resolución de conflictos, como son:

  • Es un proceso simple y con poco grado de formalidad.
  • Existe una gran libertad de las partes en los acuerdos y en las resoluciones de los conflictos.
  • Hay un menor coste emocional gracias al entorno más íntimo, humilde y personal donde se realizan las mediaciones.
  • Reduce el coste económico y temporal para las partes y para la familia que es bastante menor al de otros procedimientos como puede ser un juicio.
  • Se fomenta la creatividad en la búsqueda de alternativas para los acuerdos que sean justas y adecuadas para todas las partes.
  • Aumenta la responsabilidad de las partes en los acuerdos conseguidos puesto que las mismas no solo han participado en la decisión, sino también en la identificación y en el desarrollo de las mismas.

Es por todo ello que la mediación en el ámbito familiar es un método de resolución de conflictos alternativo que implica de forma totalmente activa a las partes del problema y mejora las capacidades y habilidades de los miembros de la familia.

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