Hay una profesión que a veces olvidamos que lo es: la de deportista.
La práctica profesional de deporte tiene muchas diferencias con la práctica laboral más habitual: debe comenzar en la adolescencia -o incluso antes-, tiene unos niveles de exigencia y competitividad elevadísimos y la duración de la vida profesional es mucho más breve. Por último, el trabajo se divide en un 80 % de entrenamiento y preparación, que se pone en juego en el 20 % del tiempo que queda.
Por ello, los deportistas deben conseguir fuentes de financiación que les permitan trabajar durante el año en sus rutinas y así estar listos para la alta competición.
Te presentamos algunas de las becas existentes dentro de España para deportistas de alto nivel.