Es inevitable generar un rastro de información digital. Cada usuario deja constantemente en la red información ya sea por perfiles personales (redes sociales, redes profesionales y portales de búsqueda de empleo), comentarios (en foros, youtube, blogs…), contenidos digitales (fotos, vídeos, publicaciones en webs…), contactos (a los que seguimos y nos siguen, ya sea profesionales, amigos o seguidores), direcciones de correo electrónico, mensajería instantánea o incluso la escuela de negocios en la que se hayan formado.