Todas las personas que han jugado a fútbol durante el recreo saben que este juego es una gran fuente de diversión. Sin embargo, el deporte rey también suele generar tensiones y conflictos entre los niños. Y es que aprender a ganar o perder no siempre resulta fácil. Por este motivo, algunas escuelas han decidido prohibir el fútbol a la hora del patio y apostar por actividades alternativas. Este es el caso de la escuela Tiana de Ripollet, donde los alumnos disponen de cinco minutos para empezar a desayunar y, posteriormente, pueden elegir entre varias opciones de ocio. Por ejemplo, tocar la guitarra, hacer, skate o jugar a pádel. Es decir, la escuela intenta promover el deporte y la creatividad evitando los tópicos: hay vida más allá del balón y los 22 jugadores.
Resolución de conflictos y mediación en el aula
La mediación es uno de los métodos de resolución de conflictos más conocidos y utilizados en la actualidad en varios … Leer más