La Formación Profesional es todo un caramelo para aquellos alumnos que buscan una garantía de inserción laboral inmediata. Sin embargo, hay otros factores a tener en cuenta. Por ejemplo, la posibilidad de aprender una profesión desde el punto de vista práctico o la opción de viajar a otros países. Aunque el sistema de FP es diferente en cada estado de Europa, algunos estudiantes españoles se plantean viajar fuera para descubrir otras maneras de hacer. De hecho, Inglaterra e Irlanda son dos de los destinos favoritos entre los futuros titulados. Los sistemas de convalidación y homologación no son ágiles, es cierto, pero la posibilidad de trabajar en otro país también puede resultar estimulante.
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Estudiar Formación Profesional en el Reino Unido: ¿cómo funciona?
La Formación Profesional ha recuperado el prestigio perdido durante los últimos años en España. De hecho, la tiene fama de ser la vía de acceso más directa al mercado laboral. Según un estudio realizado por Addecco, el 30% de las ofertas se dirigen a titulados en FP. Así pues, no es extraño que en los tres últimos cursos las matriculaciones hayan subido un 29%. Y lo que es más importante: los ciclos formativos han empezado a ser valorados por empresarios y estudiantes. En estas circunstancias, no son pocas las personas que se plantean realizar una FP en el extranjero. Doble valor añadido: inserción asegurada y experiencia en otro país. Entre todos los destinos posibles, el Reino Unido es uno de los más laureados por los estudiantes españoles.
¿Cómo funciona la FP dual en Alemania?
La FP dual es la modalidad de Formación Profesional más demandada en Alemania. Según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el 60% de los jóvenes alemanes cursa un ciclo de FP después de la etapa escolar. Pero, ¿qué valor añadido aporta el sistema dual a la oferta formativa? Para empezar, la importancia de las prácticas dentro del plan de estudios. A diferencia de los ciclos de FP de otros países, la Formación dual alemana se aleja del aprendizaje escolar típico. En otras palabras, nada de pasarse todas las horas lectivas en el aula. De hecho, los estudiantes se forman tres días o cuatro días a la semana en una empresa y solo van a clase uno o dos días. Así pues, el objetivo es que los alumnos entren en contacto con el mundo laboral sin renunciar a la base teórica.
