Trabaja reforestando por el mundo

Viajar y estudiar es bueno y necesario para el desarrollo del ser humano. Cuando viajas te encuentras con gente que tiene distintas habilidades profesionales e historias que pueden hacer de ti, si les escuchas y aprendes,  una persona más capaz. La mayoría de ellas versan sobre aventuras y parajes desconocidos y evocadores, pero en algunos casos te dan una idea laboral de la que nunca habías oído hablar antes y, de repente, comienzas a considerarla una verdadera opción para tu vida.

Fue así como descubrí uno de los trabajos de temporada más rentables y cuya existencia desconocía: reforestador. Un belga que encontré haciendo autostop en Nueva Zelanda había ahorrado una fortuna en unas siete temporadas reforestando zonas de Canadá, Australia, Escocia y Nueva Zelanda.

El trabajo de reforestación (tree planter en inglés) tiene, como todo, una serie de ventajas e inconvenientes. Entre las ventajas:

• No necesitas experiencia previa: la mayoría de las empresas tienen cursos de formación donde te enseñan un trabajo que no tiene un gran secreto y tampoco, en contra de la creencia popular, exige un buen nivel físico.
• Buenas condiciones salariales y laborales: aunque suele depender de tu rendimiento, los sueldos medios tienden a ser bastante altos y las horas de trabajo más que razonables, respetando las 35-40 semanales y fines de semana libres.
• Ahorras casi todo lo que ingresas: durante los meses al año que trabajas, apenas tienes gastos. La empresa que te contrata suele aportar alojamiento y manutención a coste cero para el empleado. El hecho de estar en medio del bosque y, en muchas ocasiones, lejos de núcleos urbanos importantes, hace que tus tentaciones de gastar el dinero ganado con el sudor de tu frente se minimicen.
• Flexibilidad en cuanto a la temporada: si te mueves entre plantaciones del hemisferio norte y sur, puedes llegar a trabajar prácticamente todo el año. Depende de lo que quieras ganar y descansar.

Entre los pocos inconvenientes:

• Dureza psicológica: algunos de los puntos donde tendrás que trabajar se encontrarán, literalmente, en el medio de la nada. Eso, sumado a que el trabajo no implica una gran labor mental, puede llevar a que las semanas acaben siendo eternas. El alojamiento puede llegar a ser en tiendas de campaña, aunque esto se puede convertir en un punto positivo si eres un amante de la naturaleza.
• Inestabilidad laboral: funciona por temporadas. Una vez has logrado meter la cabeza y adquirido experiencia, no suele ser complicado ir consiguiendo contratos consecutivos, pero nunca se sabe. Si tienes movilidad, disponibilidad y ganas, será complicado que no superes este obstáculo.
• Barreras burocráticas: como en cualquier país, necesitas un permiso de trabajo para poder ser reforestador. En algunas ocasiones también depende de la edad de los solicitantes así que deberás estudiar los requisitos que pone cada país antes de elegir uno de los posibles mercados laborales.

Si después de leer este artículo estás deseando verte con tu casco, mono y pequeña pala para comenzar a reverdecer distintos lugares del planeta, te aconsejamos que eches un vistazo a las siguientes páginas donde puedes acceder a este trabajo: treeplanter, planting the planet y plant for the planet.

También, puedes buscar en Emagister todos los estudios relacionados con el área forestal: