Cociente de confianza

La Inseguridad:

Una relación de amor-odio Janet se despertó agotada.
No le apetecía ir al trabajo. Se había pasado toda la noche dando vueltas en la cama, temiendo no poder ultimar el presupuesto anual del departamento de comunicaciones de la entidad de crédito y ahorro en !a que trabajaba.

Janet había dado un salto muy importante al acceder al puesto de directora cuando, hacía tres meses, a su antecesor en el cargo le nombraron para un puesto de mayor responsabilidad.
Al principio, pensó rechazar la oferta, pero su marido y sus amigos la animaron a aceptarla. Y ahora estaba hasta la coronilla. Las tablas y gráficos formaban un intrincado laberinto, pero Janet se avergonzaba de pedir ayuda. ¿Qué pensarían los de 27 más de ella, se preguntó, si no sabía planificar un presupuesto?. De todas formas, estaba convencida de que, por mucho que se lo explicaran, jamás lo entendería. Las matemáticas nunca habían sido su fuerte..., por eso se licenció en comunicaciones.
Janet estaba segura de que su puesto en la empresa corría peligro. Se hundió en un profundo abatimiento, no intentó siquiera elaborar el presupuesto y entregó los pape les en blanco.
Una semana más tarde, el jefe la llamó a su despacho. —Me decepciona mucho que no haya usted elaborado el presupuesto —le dijo en tono irritado—. ¿Me puede explicar por qué razón no intentó siquiera rellenar los impresos? A Janet se le revolvió el estómago y se le hizo un nudo en la garganta. —Creo... —graznó, carraspeando para recuperar la voz—, creo que no me sentí capacitada para ello.

Aquel día Janet no perdió su puesto de trabajo, pero aprendió una lección inolvidable.
El señor Michelson le dijo con toda claridad que no podía utilizar la duda como excusa para no completar un proyecto si de veras tenía interés en ascender a puestos de alto nivel en la empresa.
Janet decidió triunfar y empezó a enfrentarse con sus dudas.
Cuando se le presentaba algún proyecto complicado hacía preguntas y pedía aclaraciones.
Abordó áreas inexploradas pensando que la experiencia le sería provechosa... aunque cometiera errores.
Poco a poco adquirió una nueva seguridad y empezó a confiar en sí misma.

La inseguridad es una emoción natural que casi todos hemos experimentado alguna vez.
Es esta voz subconsciente que nos dice que «no estamos lo suficientemente capacitados.
Es la certeza de que somos unos ineptos en comparación con otras personas más “afortunadas”.
Es un crítico que juzga nuestro pasado y pone en duda nuestro futuro.

OBJETIVOS:
Aumentar la confianza y seguridad en uno mismo.