Psicología - La mujer; Una Nueva Mirada

Es frecuente que cuando un grupo se reúne a para investigar bajo una convocatoria de género se empiece a buscar de arriba a abajo. Las mujeres en grupo parten de buscar modelos comunes que definan “cómo debe ser” una mujer de nuestros días con la consiguiente frustración individual y colectiva puesto que no existe una manera “adecuada” que aglutine los referentes diversos, lo que conlleva un desgaste inútil por validar el propio modelo idealizado, frente al de las otras.


“La mujer; una nueva mirada” propone el camino inverso, validar la mujer real, tal como es como individuo y como participante de un grupo dentro de la acotación que el “grupo” en cuestión delimita, de espaldas a la definición de “cómo debe ser una mujer”, porque el imaginario colectivo es mucho más rico y diverso que el propuesto desde una sola perspectiva. Sería lo que el paisaje al paisajismo. Poder mirarnos en nuestra presencia y admirarnos por ello, lejos del ideal de mujer individual o colectivo.


La diversidad que compone el sistema explicita por sí mismo una parte de lo universal. ¿Qué tienen en común las mujeres? Es una pregunta muy difícil de contestar si no atendemos al contexto, y más propia de un estudio sociológico que de un enfoque terapéutico. “¿Las mujeres de verdad tienen curvas...?” Unas sí y otras no. Pero eso no hace que aquella que no tiene curvas no sea mujer.


En nuestra sociedad occidental y por influencia de la mirada positivista anglosajona tenemos la costumbre de simplificar las categorías, creyendo que la categoría define al elemento y olvidando que las estadísticas que definen la normalidad se construyen en sentido opuesto, del elemento a la norma.


La trayectoria vital de una mujer, en sí misma, contiene una verdad rotunda y distinta a la de cualquier otra mujer.