El ámbito de las adicciones está en constante cambio, en la actualidad no sólo abarca las drogas de abuso, sino que se amplía el campo a las adicciones conductuales que están generando una gran demanda de tratamiento que va en aumento.Durante muchos años la noción de adicción ha sido sinónimo de adicción a las drogas. Sin embargo, si los componentes fundamentales de los trastornos adictivos son la falta de control y la dependencia, las adicciones no pueden limitarse a las conductas generadas por sustancias químicas como los opiáceos, los ansiolíticos, la nicotina o el alcohol, entre otros. Así pues, existen hábitos de conducta aparentemente inofensivos que, en determinadas circunstancias, pueden convertirse en adictivos e interferir gravemente en la vida cotidiana de las personas afectadas.
Las nuevas tecnologías son excelentes porque mejoran la vida de las personas. El problema surge a partir del uso nocivo que puede hacerse de Internet, un empleo negativo ante el que los más jóvenes son los más vulnerables, ya que se encuentran en pleno proceso de formación de la personalidad adulta y porque, para los adolescentes de hoy en día, el terreno virtual tiene tanta realidad como las relaciones presenciales.Se denomina generación-net a los individuos nacidos entre 1977- 1999 que constituyen la primera generación que crece rodeada de videojuegos, ordenadores e Internet; es numerosa y opulenta, con un alto nivel educativo y de gran diversidad étnica. En estas dos décadas se ha visto cómo Internet ha pasado de ser un instrumento limitado a grupos de científicos y académicos a ser un recurso de la población general, y especialmente de los más jóvenes.
Dentro del Máster en Psicología Infanto-Juvenil o el Máster en Desarrollo Psicológico en la Infancia y Adolescencia, hay un apartado dedicado a esta temática y que aborda esta problemática en la etapa adolescente.
