Es bastante común que haya personas que anticipen escenarios de manera negativa. Ante cada situación, piensan antes en cómo acabará en vez de enfocarse ene aquellas oportunidades o experiencias positivas que pueden tomar de ellas. ¿Qué produce esto? Un tipo de ansiedad tipificado como “anticipatoria”.
Profundizando en el concepto, es un proceso mental en el que se imagina lo peor ante cada situación. Esto deriva en estrés e inquietud. Por tanto, altera el estado emocional de la persona. Por ofrecer un ejemplo que seguramente a todos les resulta cercano, la aparición del COVID-19 propició muchas interpretaciones negativas a partir de la incertidumbre.
Esta patología es bastante común y, en muchos casos, no reconocida. Esto evita que la persona pueda tomar consciencia de su estado y tomar las medidas adecuadas para controlar la situación y mejorar el estado emocional.
Ansiedad anticipatoria: ¿Cómo se manifiesta?
Para recrear un momento clásico en el que se suele manifestar la ansiedad anticipatoria, es probable que al momento de una ponencia en público surjan nervios y se anticipen escenarios adversos, ¿no? Ese es parte del cuadro de la ansiedad anticipatoria.
Hay que tener en cuenta que, si bien el día a día está lleno de incertidumbre, suelen ser pocas las posibilidades de que todo salga realmente mal. El trastorno de ansiedad anticipatoria está relacionado con la incapacidad de la persona de comprender esto, que no todo tiene por qué salir mal.
Todo este contexto genera intolerancia ante la incertidumbre, la incapacidad de manejar diversos escenarios en los que no se cuenta con todas las respuestas y no poder tener control sobre lo que ocurre ni sobre las emociones de la persona. Deriva en estrés por alteración y, posiblemente, se produzca algún trauma emocional.
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad anticipada?
Los síntomas son varios y, en casos extremos, pueden llegar a afectar de manera notable el cuerpo. La ansiedad anticipatoria genera miedo ante una amenaza que, de manera formal, no existen.
Algunos de los síntomas más notables son:
- Nauseas, vómitos o diarrea
- Taquicardia
- Temblores
- Tensión muscular
- Dolor de cabeza
- Incapacidad para concentrarse
- Sudores
Si estos síntomas de manifiestan con notable intensidad, pueden confundirse con un infarto. ¿Qué genera esto? Un temor a sufrirlo.
¿Cuáles ejercicios realizar para controlar la ansiedad anticipada?
Si la ansiedad anticipatoria se manifiesta de forma notable y la persona no tiene control sobre sus emociones ni acciones, lo más recomendable es buscar ayuda profesional para canalizar la situación, en especial los psicólogos (aunque hay distintas corrientes profesionales que pueden aportar guía y orientación).
Mientras tanto, algunos de los ejercicios que puede realizar la persona son:
Detener los pensamientos negativos
No es sencillo, pero es conveniente hacerlo. Se trata de aplazar o detener los pensamientos negativos que se cruzan por la mente. La idea es reconciliarse con actividades que generen confianza para calmar la actividad emotiva.
Asumir el miedo
No se trata de negarlo; todo lo contrario: hay que buscar la solución ante esas situaciones. Para ello, la recomendación es irse acercando de manera progresiva a esa situación que condiciona o genera temor para encontrar que, en el fondo, no hay nada que temer.
Hacer ejercicio
La actividad física activa conexiones neurológicas y propicia reacciones químicas que contribuyen de forma notable a la salud emocional de la persona. Fortalece cuerpo y mente, además de propiciar estados de relación. Lo mejor es introducirse de forma progresiva en una actividad que llame la atención de forma natural.
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