Conservar los neumáticos del automóvil es básico para su correcto funcionamiento (y para evitar un par de multas). El estado de los neumáticos influye en la seguridad del conductor y en la de sus acompañantes, así como en la de otros conductores. No es necesario ser un experto en la materia, con conocer las características básicas de estos es más que suficiente. De todos modos, si quieres ampliar conocimientos y dedicarte a esta profesión, te recomendamos el Máster en Responsable técnico de taller de Automoción.
La selección de los neumáticos y las llantas
El cuidado de los neumáticos empieza en su elección. Es clave escoger el neumático adecuado para cada vehículo, y no hay mejor forma que consultar a especialistas del sector. Hay numerosos factores a tener en cuenta: la calidad, la climatología, el estilo de conducción, la carga… Por otra parte, la elección de la llanta también es decisiva, pues esta no es únicamente un elemento estético. También ayudan a favorecer el mantenimiento de las gomas y a reducir el desgaste.
La presión de las ruedas influye, también, en el consumo de combustible y la seguridad de los pasajeros. Para cuidar los neumáticos y mantenerlos en un estado óptimo, debemos realizar revisiones mensuales para comprobar que todo sigue en orden y que todo marcha según lo establecido. En caso de que vayamos a realizar viajes largos, deberíamos volver a revisar la presión de los mismos. Un mecanismo que puede servirnos de ayuda son las válvulas, que mantienen la presión adecuada en todo momento. Éstas se colocan con unos tapones que las mantienen protegidas de incidencias o suciedad. Mientras que los tapones metálicos tienen una duración mayor, los tapones de plástico son menos duraderos porque son muy volátiles.
Por otra parte, es importante también tener en cuenta el material con el cual hinchamos las ruedas. El nitrógeno suele ser un material estable; por lo contrario, el aire no otorga tanta estabilidad al vehículo y compromete la seguridad.
Menos es más: la velocidad
Como es lógico, cada conductor o conductora tiene su propio estilo de conducción. Este, aunque no lo parezca, es decisivo en relación al mantenimiento de los neumáticos y otros elementos del automóvil. Acelerar o frenar de forma brusca ayuda a desgastar la superficie de una rueda de una manera más rápida, con lo que reduce el tiempo de vida de un neumático y obliga a cambiarlo con mayor frecuencia.
Cuando el coche circula a mayor velocidad, la temperatura de las ruedas aumenta debido al roce con el asfalto. Es lógico, pues, que circular a una velocidad moderada y sin cambios bruscos, ayude a reducir el desgaste de estas. Asimismo, debemos realizar trazadas suaves en las curvas, sin forzar ni llegar al límite de adherencia del neumático.
Otros factores para preservar los neumáticos
Seguramente has oído hablar del “dibujo” de los neumáticos, que son los trazados que encontramos en la superficie de la goma. No solo es ilegal circular con los neumáticos en mal estado, sino que además podemos no superar la ITV. El dibujo de las ruedas tiene que ser superior a 1,6 mm; por lo contrario, deberíamos cambiarlas. Tener las ruedas en mal estado puede suponer la desestabilización del vehículo, la cual puede dar lugar a accidentes de tráfico, entre otras cosas.
Para conseguir que el desgaste de las ruedas sea regular, debemos cambiar las ruedas de eje de forma periódica; es decir, mover los neumáticos de la parte trasera a la delantera, y viceversa. Se recomienda cambiar el eje al haber realizado entre 10.000 y 15.000 kilómetros. A diferencia de los neumáticos traseros, los neumáticos delanteros suelen desgastarse con mayor rapidez y pierden adherencia fácilmente.
Finalmente, otro de los aspectos que deberíamos tener en cuenta para asegurar la salud de nuestros neumáticos, es mantener la dirección bien alineada. Los baches, desniveles o caminos sin asfaltar pueden desestabilizar la dirección y, como consecuencia, la goma de las ruedas se desgasta de forma irregular. Asegurar una correcta estabilidad de la dirección permitirá regular y reducir el desgaste de manera notable.
Con este artículo, la Escuela Europea del Automóvil espera que este artículo haya sido de gran ayuda y que se pongan en práctica todos los consejos mencionados. La seguridad al volante es un factor primordial para el conductor y sus acompañantes, así como para el resto de vehículos que circulan. No escatimes en acudir al servicio técnico cuando surja cualquier avería. ¡No olvides aplicarte al 100% cuando estés conduciendo!
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