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Aprende a sembrar tus propias semillas con estos sencillos pasos

Si quieres empezar a construir un pequeño jardín o si buscas darle un mantenimiento adecuado a tus plantas, aquí te contamos todo lo que necesitas saber acerca de cómo plantar semillas, los cuidados que les debes brindar para que germinen y cómo puedes controlar que su crecimiento sea ideal. O si prefieres especializarte profesionalmente en este campo, Esneca Business School pone a tu disposición el nuevo Máster en Jardinería, una formación de primer nivel que te permitirá adquirir nuevas habilidades en este campo.

Pasos para plantar semillas

A continuación, te mostramos cuáles son los pasos que deberás seguir para conseguir un jardín hermoso y saludable:

Paso 1: La semilla y el terreno

Primero que todo, es muy importante conocer qué tipo de semilla vas a sembrar, pues todas las semillas requieren de condiciones específicas para que crezcan saludablemente; de manera que se deben tener en cuenta aspectos como la luz, el clima, la temperatura o la humedad. Existen, por ejemplo, semillas orgánicas, directas, indirectas, etc.

Para plantar la semilla necesitarás una maceta del tamaño que requiera la planta, o bien puede ser un bote pequeño para hacer un hermoso semillero. Una buena opción pueden ser los recipientes de yogur o cualquier bebida, obviamente muy limpios; el envase que hayas elegido lo debes llenar de sustrato antes de sembrar. Luego deberás humedecer la tierra e introducir las semillas.

No olvides elegir un drenaje; para evitar que las raíces se asfixien. Según los expertos, la vermiculita es el drenaje que más se recomienda, pues permite que el agua sobrante se filtre, y además, mantiene una temperatura óptima para las que las semillas puedan absorber el calor. En el caso de las semillas sembradas en tarros u otros recipientes, solo debes hacer pequeños agujeros en el fondo del frasco.

Otro de los temas importantes a la hora de sembrar es la aparición de hongos, microorganismos que impiden que la semilla germine. Para evitar que se formen hongos en tus plantas, debes tratarlas con sulfato de cobre antes de sembrarlas. Ya cuando estén plantadas, puedes repetir el proceso cada 20 o 25 días.

Paso 2: El sembrado

En el momento de sembrar se deben tener en cuenta diferentes aspectos para que el proceso de crecimiento de la planta sea el indicado. Por ejemplo, es importante no enterrar demasiado la semilla, esto provocaría que las plantas crezcan poco. Aquí lo mejor que se puede hacer es informarse sobre las especificaciones de la semilla en relación con temas de profundidad y distancia, no obstante, te damos unos consejos generales.

Si las semillas son pequeñas, aproximadamente de 0,5 cm de ancho, no las cubras con más de 1 cm de tierra. Trata de separar las semillas entre sí en caso que siembres más de una, y de ser así, no se recomienda sembrar más de dos o tres en cada recipiente, así tendrán espacio suficiente para crecer bien.

Paso 3: Los fertilizantes

Por lo general, se recomienda el uso de fertilizantes para que las semillas obtengan todos los nutrientes y su crecimiento sea óptimo, sin embargo, se deben aplicar de vez en cuando. Puedes utilizar fertilizantes naturales, que consigues en tiendas especializadas, o también los puedes fabricar tú mismo… te damos algunas ideas:

  • Si tienes animales de granja, puedes fertilizar las plantas con estiércol, es una gran opción.
  • La hierba recién cortada es ideal para enriquecer el suelo con nutrientes. Así que, llena un recipiente de 20 litros con recortes de mala hierba o césped; agrega agua y déjalo reposar entre uno y dos días. Luego de esto, debes mezclar una taza de la hierba liquida con diez tazas de agua, ¡y listo!, lo puedes aplicar sobre el sustrato de las plantas.
  • Los posos de café son otra de las alternativas más comunes como fertilizante, pues cuentan con propiedades antioxidantes que funcionan como un excelente nutriente para las plantas. Igualmente, la piel de algunas frutas como la naranja o el plátano son ideales para el crecimiento de las semillas.
  • Las cáscaras de huevo también aportan muchos beneficios a las plantas por su alto contenido en nutrientes, además de actuar como repelente de caracoles y orugas. Solo debes machacarlas y espolvorearlas sobre el sustrato de las plantas.

Paso 4: Regar las plantas

En este punto, es importante que conozcas las características de tu planta antes de regarla. En general, para que las semillas germinen se deben regar las plantas con frecuencia. ¡Nunca dejes que se seque el sustrato!, puedes regar la planta entre 3 y 4 veces por semana, evitando siempre los excesos de agua, ya que pueden afectar la semilla.

Finalmente, cuando veas que las semillas han germinado, puedes trasplantarlas a otra maceta o al terreno que desees, y así tendrás tu propio jardín o huerto.

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