La equinoterapia es un tipo de tratamiento que gira entorno a la utilización de caballos como soporte terapéutico en enfermedades físicas y psíquicas. Su finalidad estriba en el incremento de la calidad de vida de aquellas que padecen algún tipo de discapacidad.
Principios de la equinoterapia
En el pasado los caballos fueron herramientas de trabajo y de transporte, sin embargo, en la actualidad, la tecnología nos ha permitido liberar de estas responsabilidades a estos animales, por lo cual hemos encontrados otros fines para ellos, ya sean recreativos o para tratar algunas enfermedades en seres humanos.
Según los especialistas en equinoterapia, la práctica de equitación transmite impulsos rítmicos que se dirigen desde el lomo del caballo hasta la cintura del jinete, pasando por la columna vertebral y expandiéndose por todo el cuerpo. Estos impulsos provocan resultados positivos en muchas patologías que afectan al aparato motor o muscular de nuestro cuerpo. De hecho, en el plano psicológico, muchos terapeutas creen que los movimientos del caballo al galopar sirven para restablecer la confianza en uno mismo.
En este sentido, la equinoterapia aprovecha todas la conexiones que podamos crear con el caballo, y sacará provecho, también, de la temperatura corporal del animal. Los beneficios de las diferencias de temperaturas pueden ayudan en distender y relajar tanto la musculatura como los ligamentos. Además, desde el área estrictamente psicológica, la equinoterabia trabaja el área psicoafectiva entre el caballo y el jineta, para generar estimulación.
Otro de los principios que destacan los terapeutas es la transmisión de un patrón locomotor que equivale a caminar. Por esto, montar a caballo es especialmente interesante de trabajar con personas que van en sillas de ruedas, pues les permite ir desarrollando una estabilidad entre el tronco y la cabeza.
Beneficios físicos y psíquicos de la terapia con caballos
La terapia asistida con caballos ofrece múltiples ventajas a nivel físico y psíquico, tanto en adultos como en menores. Si estás pensando en asistir a una sesión de equinoterapia, te recomendamos siempre que primero lo consultes previamente con tu médico.
Así pues, te resumimos los beneficios físicos que aporta la terapia ecuestre:
- Mejora el equilibrio
- Controla la postura
- Fortalece los músculos
- Mejora la coordinación neuromotora
Mientras que, a nivel psicológico, también favorece en:
- Aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo
- Estimula la atención, la concentración, la comunicación y el lenguaje
- Desarrolla el autocontrol
- Favorece el respeto por los animales y la naturaleza
Modalidades de la terapia ecuestre
Dentro de la equinoterapia existen distintas modalidades para practicarla, cada una se centra en distintos aspectos, dependiendo de las posibilidades físicas y psíquicas de las personas que las practican.
Hipoterapia. Consiste en ejercicios fisioterapéuticos realizados encima del caballo. Sus beneficios son los mencionados: se aprovecha la transmisión de calor del caballo, los impulsos rítmicos y la transmisión de un patrón locomotor.
Equitación pedagógica. Esta es de las terapias más utilizadas. Consiste en la adaptación del paciente a la monta del caballo y se estimula la afectividad con el animal, involucrando el entorno donde se lo practica y a las personas que participan, ya sean los profesionales o familiares que acompañan al paciente.
Equitación adaptada. Es la propia equitación adaptada a las necesidades de la persona que va en el caballo. Por ejemplo, se le hacen adaptaciones para que pueda subir al animal o mientras lo monta.
Volteo terapéutico. Consiste en realizar ejercicios encima del caballo. Favorece el equilibrio y la coordinación de las extremidades.
Fuente: Escuela de Postgrado de Veterinaria
