Todo producto o campaña que está en la calle responde a una estrategia de contenido que le dio forma. Esto se desarrolla a través de múltiples espacios y sectores de las empresas de marketing. En ese proceso se involucran una serie de medidas, etapas y acciones que, una vez logradas, darán resultados positivos si fueron desarrolladas de la mejor manera. En este artículo se desarrollarán algunos aspectos y, en caso de querer profundizar, se sugiere cursar el Certificado en Márketing Digial 2.0. y Social Media.
¿Qué es el marketing de contenidos?
Antes de explorar los distintos pasos que componen una estrategia de contenido, es necesario explicar algunas cuestiones de mercadotecnia. Dentro de ella se encuentra el marketing de contenidos, una rama del marketing orientada a crear, distribuir y difundir diversos contenidos multimedia para captar distintas audiencias.
Sin embargo, en la actualidad, para diferenciarse en este universo hay que tener algo más que una buena idea. Se recomienda tener una visión particular, única, o, incluso, aunque no se tenga esa idea diferenciadora, sí es necesario contar con un plan que le de otro vuelo al concepto. Se trata, entonces, de tener una estrategia de contenido.
Estrategia de contenidos: pasos
Analizar la situación actual
Antes de comenzar es esencial hacerse preguntas del tipo:
– ¿Qué tipo de compañía soy?
– ¿Cuál es el objetivo?
– ¿Cuáles son las fortalezas de mi marca?
– ¿Cuál es el mercado en el que estoy?
– ¿Cuál es mi público objetivo?
A partir de esa serie de preguntas, es recomendable avanzar: son la base para desarrollar el resto de acciones.
Definir un objetivo
Para llegar a la meta hay que saber cuál es la meta. Aunque parezca una obviedad, muchas estrategias de contenido fracasan porque no tienen en cuenta este aspecto. Por tanto, terminan avanzando sin tener claro el objetivo de los procesos. Algunas recomendaciones al momento de elaborar la lista de objetivos:
– Deben ser específicos
– Medibles
– Alcanzables
– Realistas
– Deben estar sujetos a lapsos de tiempo reales
Tener un público objetivo
Aunque con frecuencia se piense que se trata de llegar a todas las personas, esto no es así. Es preferible llegar a grupos reducidos pero que estén interesados en eso que se les ofrece. Ese público objetivo generará mejores resultados que masas enteras. Así, también, será mucho más sencillo sostener conversaciones, interacciones que fomenten el crecimiento de la marca y, a su vez, el éxito de la campaña.
Definir el contenido
Luego de que se ha definido la audiencia y los objetivos, es mucho más sencillo saber comunicar, elaborar el contenido con base en lo anterior. Acá es válido y necesario hacerse preguntas como:
– ¿Cuál es el estilo en el que se debe escribir?
– ¿Cuál es el contenido que busca la audiencia?
– ¿Cuáles son las variables que pueden interesarle?
– ¿Cómo es posible generar una propuesta diferente?
– ¿Qué aspecto no se está considerando y puede ser importante?
A partir de ahí, es más sencillo dar con contenidos atractivos para ese público objetivo.
Detalla tu estrategia
Es necesario detalle y especificar las distintas etapas del proceso. Separar tareas y acciones en días, semanas y mesas para ir avanzando. Esto sirve para monitorear el estado del proyecto y puede contribuir a desarrollar diversas estrategias de reconocimiento interno.
Algunas de las áreas del marketing que suelen trabajar de esta manera con la creación de contenidos, el diseño, el community management, la atención al cliente, entre otros que se apoyan en una línea de tareas clara y definida con base en objetivos.
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