Impulsado por la Organización Mundial de Gastroenterología el 29 de mayo se celebra el Día Mundial de la Salud Digestiva. Su finalidad no es otra que concienciar sobre los problemas digestivos que pueden afectarnos a lo largo de la vida.
Signos de una mala salud digestiva
La salud digestiva es cuando existe un “equilibrio en la estructura y el funcionamiento de nuestro aparato digestivo”. En definitiva, se tiene una buena salud digestiva cuando no hay malestar o trastornos gastrointestinales de algún tipo (Infobae, 2017). Este tipo de enfermedades pueden ocasionarse por virus, bacterias, parásitos, determinados alimentos o medicamentos (Gobierno de México, 2015).
Las enfermedades gastrointestinales y hepáticas son una carga significativa para los presupuestos de salud, la primera causa de fallecimiento por cáncer y un problema de salud preeminente a nivel mundial. Aunque gracias a los avances tecnológicos se ha llevado a mejoras en los diagnósticos y en los tratamientos, como apunta la World Gastroenterology Organisation (WGO, 2021).
La WGO llevó a cabo en 2012 una encuesta mundial sobre la presencia y la frecuencia de los principales síntomas digestivos. Entre los resultados, se muestra una mayor prevalencia de mujeres entre las dolencias digestivas. Esto podría deberse a que “las mujeres demuestran mayor sensibilidad al dolor” y a que las mujeres “buscan ayuda médica más seguido” por este tipo de problemas.
Según Pérez, T., et al (2014), los síntomas digestivos que se presentaban en una mayor frecuencia entre los encuestados con molestias digestivas son: la hinchazón de la zona, dolor abdominal menos de cuatro veces al mes, síntomas de constipado, a veces una “sensación de evacuación incompleta” y pirosis (“sensación de ardor” originada en el estómago y que puede llegar hasta el cuello [Arín, A. e Iglesias, M.R., 2003]).
Otros síntomas presentes en el estudio que también eran muy comunes, aunque no tanto como los otros son: “problemas de heces blandas, pastosas o líquidas”, a veces la interferencia del malestar con la calidad del sueño y ERGE o enfermedad por reflujo gastroesofágico (producida por el “reflujo patológico del contenido gástrico al esófago [Arín, A. e Iglesias, M.R., 2003]).
Consejos para la salud digestiva
Existe un mayor riesgo para determinados grupos de personas a la hora de padecer un trastorno digestivo. Estos grupos son los menores de 5 años, las mujeres embarazadas, aquellas personas que padezcan enfermedades crónicas, los ancianos y quienes “comen en lugares con mala higiene” (Gobierno de México, 2015). Pero, por suerte, muchos de estos trastornos se pueden prevenir.
Para evitar padecer enfermedades gastrointestinales relacionadas con alguna bacteria o alimento concreto es esencial realizar un buen lavado de manos antes de cualquier comida y tras ir al baño. Es muy importante desinfectar bien las frutas y verduras antes de consumirlas. Y, además, es preferible consumir agua embotellada antes que directamente del grifo (Gobierno de México, 2015).
Asimismo, Tovar, J. (2015) da una serie de consejos más precisos para mantener una buena salud digestiva:
- Mantenerse hidratado es crucial ya que si se bebe poca agua es más difícil para el estómago digerir la comida. “La orina clara es señal de esto y va unida a la buena salud intestinal”.
- Realizar ejercicio físico: al practicar deporte se estimulan los músculos digestivos y, de esta manera funcionarán de forma más eficiente. Mínimo hay que moverse de forma activa unos 30 minutos al día.
- Llevar una dieta rica en fibra también ayuda a tener una buena salud digestiva. Además, “la fibra puede también bajar los niveles de colesterol en la sangre y reducir la absorción de azúcar”.
- Evitar las comidas grasas, ya que hacen que las digestiones sean más pesadas.
- Masticar la comida más despacio y más veces hace que el estómago digiera mejor los alimentos. Asimismo, “esto da una señal positiva al cerebro de que se siente lleno con menos y mejor comida”.
- Es importante mantener cierta regularidad en cuanto a las horas a las que se come cada día. Desayuno, comida y cena a ser posible a las mismas horas ayuda a mejorar la digestión.
Fuentes:
- Arín, A. e Iglesias, M.R. (2003). Enfermedad por reflujo gastroesofágico. Vol. 25, Nº 2. Pamplona.
- Gobierno de México (2015). Enfermedades Gastrointestinales.
- Infobae (2017). Salud digestiva: cuatro claves que previenen los malestares.
- Pérez, T., et al (2014). Presencia de síntomas digestivos en el Día Mundial de la Salud Digestiva. Vol. 25, Nº 3: 165-170.
- Tovar, J. (2015). Seis consejos para mejorar tu salud digestiva. Diario ABC.
- World Gastroenterology Organisation (2021). Mission, Vision and Objectives.
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