Es difícil resistirse a todos los platillos y manjares que ofrece esta colorida y variada época del año, especialmente si está llena de los más deliciosos polvorones, turrones, jamones, y por supuesto no puede faltar, la cava. Las reuniones familiares y la ingesta de mucha comida rica en carbohidratos, azúcares y grasas en exceso pueden causar una digestión pesada.
El cambio de los hábitos alimenticios durante esta época y el abuso durante las festividades de una alimentación inusual comparada con el resto del año y bebidas alcohólicas, perjudica el sistema digestivo provocando dispepsia.
Combatiendo la mala digestión
Aproximadamente, tres de cada cuatro españoles sufre indigestión durante las épocas navideñas. Con síntomas asociados como la hinchazón abdominal, náuseas, ardores estomacales, entre otros. Por lo tanto, este artículo pretende ofrecer algunos consejos para evitar las consecuencias desagradables de la digestión pesada.
Repartir porciones a lo largo del día: en primer lugar, una buena opción para evitar los excesos y la mala digestión es repartir comidas a lo largo del día. Gracias a este hábito se consigue que la ingesta sea menor, más rápida y eficiente. Además de evitar la sensación de hambre por periodos de tiempo muy largos.
Evitar repetir por varios días: evitar las comidas excesivas varios días seguidos puede mejorar la digestión del cuerpo y no alterar los hábitos alimenticios de todo un año en unos pocos días. Planificar las cenas o comidas con intervalos de tiempo prudente, dará al organismo el respiro necesario para evitar que se atrofie y cause futuros problemas digestivos.
Masticar correctamente: para que cualquier alimento pueda entrar en un correcto flujo digestivo, es fundamental masticar cada bocado, sobre todo en estas fechas donde los alimentos son más contundentes y al organismo le cuesta su digestión. Este hábito evitará la hinchazón abdominal, los gases y el dolor de estómago.
Hacer la digestión: antes de dormir o tomar una siesta, es necesario esperar por lo menos una hora y media antes de irse a dormir después de haber comido. Dormir inmediatamente, ralentiza el metabolismo y la digestión.
Controlar la temperatura: poner especial atención a los alimentos demasiado fríos o demasiado calientes es una tarea vital si se desea mantener una buena digestión. Estos alimentos a temperaturas extremas provocan irritación y molestias en el estómago. Además, una comida demasiado caliente puede favorecer la aparición de úlceras, además de que su contenido en nutrientes es mucho menor.
Algunos tips útiles en estos casos
Aunque varios expertos resaltan diferentes maneras de tratar este problema, algunos remedios naturales funcionan muy bien para las dolencias estomacales y la indigestión.
Las infusiones con canela, por ejemplo, ayudan a reducir las flatulencias, a estimular la digestión lenta y basta con preparar una infusión caliente con un par de cucharaditas de canela en polvo para empezar a ver los resultados.
El jengibre también es excelente en estos casos, mejora la digestión y alivia las posibles náuseas. Un par de rodajas de jengibre fresco, masticadas directamente o en infusión, ayudará a aliviar la hinchazón estomacal y los gases que pudieran producirse.
Un vaso de agua templada puede ayudar a relajar el estómago y reducir a la vez la inflamación. Si el problema digestivo se convierte en diarrea, el agua ayudará a mantener el cuerpo hidratado y recuperar los líquidos perdidos.
Las semillas de chía, aunque no son muy conocidas en la cocina tradicional española, tienen varios beneficios para el cuerpo, ya que ayudan a regular el tránsito intestinal de forma más rápida si se toma en ayunas (con su previo remojo en agua).
Una clásica infusión de manzanilla, reduce la inflamación abdominal, relaja los músculos estomacales y hace que la hinchazón mejore, gracias a un principio activo llamado bisabolol.
Finalmente, el anís verde también tiene propiedades beneficiosas para el estómago, ya que ayuda a reducir los gases después de una comida contundente. Así como la pimienta, estimula la secreción de jugos gástricos que hacen la digestión mucho más fácil.
La inclusión de frutas digestivas en los postres navideños es una excelente alternativa. Los plátanos, dátiles e higos secos, son excelente fuente de fibra para el organismo y ayudan a regular el tránsito intestinal.
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