Es bastante común que las personas se expresen y hablen. Pero, entre esos conceptos y la comunicación asertiva, hay algunas cosas que conviene tener en cuenta. Si bien en los anteriores se utilizan palabras, el segundo caso se enfoca en la eficacia del mensaje, en que las personas comunicarse de la mejor manera, con ideas claras y una comprensión entera. Aunque esto parezca sencillo, no lo es. Por eso se suele recomendar que comience a practicarse desde los primeros años de edad. A continuación se profundiza sobre esto y, para aquellas personas que quieran especializarse en este campo, se recomienda cursar el Máster en Técnicas de Modificación de Conducta Infantil.
Comunicación asertiva en niños
La comunicación no solo es valiosa en las edades adultas. Por el contrario, para que sea importante y bien elaborada en esos momentos de la vida es conveniente comenzar a fomentarla desde niños. Ellos parten con una ventaja inicial: suelen aprender mucho más rápido que los adultos. El objetivo es que los y las más pequeñas se familiaricen con distintas cuestiones y valores, como el reconocimiento de las emociones, el fomento de la comprensión, la empatía, el entendimiento, entre otras. A continuación se profundizan sobre estos aspectos.
Comunicación asertiva: las comunicaciones
En los diálogos influyen distintas cuestiones y patrones que se abordan a continuación:
– Es necesario mirar al interlocutor, mostrar interés por cuanto dice. A través de estos gestos se transmite confianza a la otra persona.
– Se recomienda sostener la misma postural corporal, que debe ser abierta (sin brazos cruzados, por ejemplo).
– Tener cuidado con la gesticulación ante los comentarios.
– Saber modular la voz para lograr llevar la conversación en distintas escalas.
– Saber escuchar, leer los tiempos de la conversación: no es un monólogo. Es necesario ceder la palabra al otro.
– Analizar aquello que el otro dice para reconocer posibles brechas y oportunidades comunicativas.
Comunicación asertiva: ¿Cómo enseñarla a los niños?
Conviene partir de este punto: los niños suelen aprender mucho más rápido que los adultos. Fomentar habilidades comunicativas en ellos es necesario porque esto los ayudará, a través del tiempo, a expresar sus emociones, ideas y a comprender y empatizar con las de otros. Por eso se recomienda estimularla y acompañar el proceso del niño o niña.
La comunicación asertiva puede desarrollarse teniendo en cuenta lo siguiente:
– Es una habilidad personal que contribuye a mejorar la expresión
– Permite manifestar sus emociones de mejor forma
– Fomenta el reconocimiento de valores y cualidades que, luego, pueden ser expresadas
– Facilita la adaptación a distintos escenarios, desde los personales hasta los educativos y laborales, a medida que va creciendo el individuo.
Para fomentar la comunicación asertiva es necesario apoyarse en distintos métodos de educación infantil:
– Enseñar con el ejemplo
– Utilizar el juego para explicar
– Fomentar la comprensión
– Practica de forma constante
– Incentivar debates
– Apoyarse en la lecturas de cuentos
– Hay que crear un ambiente adecuado para la expresión
A esto se suma una serie de pautas y recursos a través de los cuales se puede construir la comunicación asertiva.
Ejercita la comunicación asertiva
Los niños hacen cuanto ven. Con la comunicación ocurre lo mismo. Por tanto es conveniente evitar las siguientes acciones:
– Dar órdenes
– Faltar el respeto
– Gritos
– Amenazas
En cambio, es favorable propiciar que exprese su opinión, negociar, ceder en algunas oportunidades y darle confianza al niño o niña.
Construir un buen ambiente
La comunicación asertiva puede propiciarse en diversos contextos. La casa, el aula, los parques suelen ser los más comunes. Pero a estos se pueden sumar muchos otros lugares en los que el niño o niña hace vida. En ellos es necesario fomentar una escucha activa y atenta, procurando comprender y empatizar con cuanto se escucha.
Aportar herramientas de expresión
Se trata de valores que faciliten el proceso. Algunos de estos valores son:
– Respeto
– Empatía
– Comprensión
– Sinceridad
– Honestidad
– Escucha
– Claridad
Se trata de expresar de la mejor manera posible, atendiendo a las necesidades del otro sin dejar a un lado las propias.
Capacidad de negociación
La comunicación asertiva no se trata de imponer un pensamiento por sobre otro sino de procurar consenso y comprensión. En ese sentido es clave practicar la negociación, saber que en oportunidades se puede perder para ganar. En especial en casos donde se manifiesten conflictos.
Practicar la negación
Aunque parezca una obviedad, una de las cosas más difíciles para muchas personas es decir no. En ocasiones, una negativa no solo es necesaria sino que es la mejor respuesta que puede generar en distintas situaciones. Esto implica el fomento de un criterio propio a través del cual pueda discernir y evitar que el niño o niña sea influenciada o influenciado por ideas ajenas a su forma de pensar.
Fomentar la autoestima
Muchas veces las personas no se expresan de la mejor manera porque no se sienten seguras sobre sí mismas. Por tanto, en distintas áreas, es conveniente incentivar la autoestima, la valoración propia para que eso se refleje en las ideas y las expresiones de las personas. La comunicación también es un proceso personal.
Trabajar la empatía
Aunque sea casi un lugar común, ponerse en los zapatos del otro no es sencillo. Por tanto, es necesario practicarlo, entrenarlo, hacerlo rutina para que poco a poco surja de manera más natural. En esto es clave la escucha atenta y la comprensión del otro. De esa manera será mucho más sencillo generar una respuesta acorde a las cuestiones que se estén planteando, y con base en las necesidades propias y ajenas.
Comunicación asertiva: ¿Cuáles son los beneficios?
Los beneficios de la comunicación asertiva en los niños son varios. A continuación se describen:
– Incrementa la autopercepción y la autoimagen
– Reduce los niveles de ansiedad
– Fomenta el respeto a uno mismo
– Genera bienestar emocional
– Aumenta la empatía
– Mejora las habilidades comunicativas del niño o niña en distintas escalas
– Contribuye a que se conozca mejor a sí mismo
Por tanto, todos estos valores repercuten de forma positiva en su desarrollo personal. No solo son aspectos que influyen de una u otra manera en esa primera etapa, la infancia, sino que también se verán reflejados en las posteriores épocas de la vida, facilitando su adaptación a cada una de ellas y su integración tanto personal como profesional con el entorno en el que viva o trabaje.
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