La comunicación interpersonal es una carencia humana. Se usa para expresar al interlocutor una información o un pensamiento. Realmente, mediante la comunicación, entran en juego muchos elementos personales y de entendimiento. Puede existir un problema cuando el contexto es el sector médico, entre el entendido y el paciente. A causa del lenguaje técnico, puede haber una complejidad para que ambos, doctor y paciente, se entiendan.
A continuación te explicamos para qué sirve este tipo de comunicación y cómo debe usarse en el sector sanitario.
Qué es y para qué sirve la comunicación interpersonal
La comunicación interpersonal es la clave de las relaciones humanas. Es la relación recíproca entre las personas de una sociedad. A través de ella se informan, expresan lo que les surge y se comprenden. Cuando la comunicación no se cumple se da el conflicto, apareciendo comportamientos poco apropiados para una buena convivencia.
La comunicación sirve para mantener la comodidad durante la convivencia. Es en sí la comprensión recíproca entre los seres humanos de una sociedad. Está comprobado que como más sencillo sea expresarse para las personas, mejor serán correspondidas. Por ello, la importancia de que el interlocutor sea cortés y esté dispuesto a poner todos sus sentidos ante quien comunica.
En todo mensaje que se genera, existe una intención, ya sea de informar o de persuadir al receptor. Esto se consigue siempre que el receptor esté por la labor. Si todo esto se cumple, la conclusión es que la comunicación ha resultado exitosa.
Cómo aplicar la comunicación interpersonal en el ámbito sanitario
Durante años, la comunicación en el ámbito sanitario entre médico y paciente no ha sido la correcta. Por eso, durante las últimas décadas se ha hecho lo mejor posible para acercar al especialista al sufrimiento de la familia del paciente. Hay que valorar y tener en cuenta la disposición de la persona con la que se trata. Aunque en el entorno sanitario hay que entender que gran parte de las personas no tienen por qué comprender los conceptos médicos.
Para conseguir una comunicación eficaz, el médico debe tener una actitud correcta hacia el paciente. Esta consiste en su situación, no solo intelectual (en lo que a estudios se refiere), sino en el estado de su dolencia. La empatía debe jugar un rol importante, por eso debe entenderse la ansiedad del afectado y la de su familia.
Al igual que hay muchos tipos de enfermedades y dolencias, deben haber formas de expresarse. Las circunstancias que implican al paciente indican su gravedad, el posible enfrentamiento a la muerte, etc. Ser conciso, usar un lenguaje sencillo pero directo, marcará la frontera entre comprender o no un mensaje.
De la misma manera, el especialista debe saber escuchar a un paciente. Seguramente, más de una vez, se ha experimentado con un médico que sólo quiere oír lo que pregunta. Hasta muchos especialistas, seguramente por la carga de tener que atender a un gran número de pacientes, se enfadan fácilmente. Por suerte, al menos en teoría, muchos sistemas sanitarios intentan disminuir el número de pacientes diarios, para así favorecer la comunicación.
Consejos para comunicarse con el paciente adecuadamente
Realmente, para mantener una correcta comunicación con el paciente se deberían utilizar técnicas comunes a cualquier escenario. Es cierto que se deben evitar determinadas especificaciones, se debe mostrar paciencia a la hora de explicar, favorecer la comprensión del paciente ante su problema.
Una comunicación correcta entre dos personas requiere de un planteamiento correcto. Esto no es otra cosa que prestar atención al interlocutor, co
ntrolar la postura y situarse delante de él. Delante no debe haber ningún elemento que distraiga la atención, como en la actualidad suele suceder con los teléfonos móviles.
La técnica de la audiencia enfocada es preciso llevarla a cabo. Este procedimiento conlleva las acciones de oír y escuchar, ambas cosas que se deben hacer durante la conversación. Una persona puede estar oyendo, pero sin escuchar. Indudablemente, un interlocutor preocupado por su salud puede darse cuenta de esta situación y sentirse, por ello, incomprendido.
La interrupción, aunque parezca mentira, puede ser muy positiva durante el proceso comunicativo. Hace ver al interlocutor que interesa lo que dice, siempre que se le interrumpe para subrayar o destacar lo que ha dicho. Si se le corta, para hacer un cambio de tema drástico, se está quebrando el hilo de la comunicación.
La gestualidad y asentir a lo que menciona el paciente son otros ejemplos de que se presta atención. Esto consigue que el interlocutor se sienta comprendido y seguro frente al médico, en este caso.
Es importante subrayar y prestar atención a los puntos sensibles que muestre el paciente. De la misma manera, el especialista debe mostrar proximidad y sensibilidad ante problemas complejos, referidos a la dolencia que se trate.
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