El colecho es un tipo de crianza con apego, es decir se basa en la proximidad de los padres durante los primero años de desarrollo de los hijos. Este tipo de prácticas genera un vínculo cercano entre padres e hijos, sin embargo suele traer algunas ventajas y desventajas, que deben tenerse en cuenta para tener una experiencia más sana. Mantener los limites, es una de ellas. Es importante saber hasta dónde llegar y cuál es el momento de dejar ir a los pequeños.
En este post ahondaremos en el estilo de crianza que se debe llevar a cabo para practicar el colecho y explicaremos cómo se debe medir el apego. Y si quieres convertirte en todo un experto en crianza y desarrollo emocional infantil, echa un vistazo a la oferta de FORMAINFANCIA EUROPEAN SCHOOL y obtén una formación más detallada y profesional.
Todo radica en la seguridad de los pequeños
¿Qué tienes que tener en cuenta para practicar el colecho? Uno de los factores determinantes para tomar la decisión, es la constante búsqueda de la seguridad de los niños. En algunos casos la familia duerme en la misma habitación o cama. Esto brinda mayor tranquilidad a los padres durante la noche, ya que sienten que tienen el control sobre el cuidado de sus hijos.
Sin embargo es una decisión de pareja, por lo que es importante llegar a un acuerdo, ya que al elegir esta práctica de crianza, se requiere de ciertos cuidados, estar en constante comunicación y sobre todo recurrir al pediatra constantemente.
Al tomar esta decisión, se debe tener en cuenta que es necesario comprar distintos artículos y la cuna es uno de ellos. Existen cunas especializadas para realizar esta fórmula. Las cunas colecho están diseñadas para que padres e hijos duerman en un mismo lugar. Estas por lo general se adaptan a los laterales de la cama, reforzando la proximidad de los padres y brindándole un espacio propio al niño.
Se comparte más tiempo en familia
Según los especialistas, colechar aporta muchos beneficios en el desarrollo de cada miembro de la familia:
Practicar el colecho está relacionado con la oportunidad de estar más tiempo en familia, ya que esta modalidad ofrece una rutina donde toda la familia se ve involucrada y se mantiene unida, la mayor parte del tiempo.
La proximidad en las zonas de descanso también fomenta la cercanía emocional entre padres e hijos, fortaleciendo el vínculo y el conocimiento mutuo. Además, resulta una experiencia muy especial al tomarse de manera consiente.
La alimentación también juega un papel muy importante en esta modalidad de crianza y por supuesto en el crecimiento del bebé. En esta rutina, se tiene muy en cuenta la comodidad y el bienestar tanto del hijo, como el de la madre. La cercanía en el dormitorio no es solo física, también se valora la parte afectiva. Por lo que si el bebé llora en medio de la noche, será más fácil escuchar su llanto y brindarle atención inmediata.
Sin embargo, la lactancia materna es realmente valorada y tiene el descanso como su principal objetivo. Y es que los padres necesitan reposar y hacer frente a los retos que trae un nuevo día, por lo que mantener el control sobre la alimentación y el periodo de la lactancia, contribuirá en el descanso y bienestar de todos.
Lo que puede resultar del colecho: desventajas de esta práctica
Cada familia elige la mejor forma de llevar a cabo el colecho, por lo que cada historia es contada desde una perspectiva distinta. Para algunos hogares esta práctica es una excelente opción, mientras para otros en definitiva, no lo es.
Algunas personas sienten que colechar afecta su descanso. Esto ocurre al anteponer las necesidades del niño sin buscar el bienestar propio. Además el cansancio acumulado influye de manera negativa en el inicio de cada jornada, por lo que muchos deciden no elegir esta opción.
Al sostener por mucho tiempo este tipo de experiencia, se corre el riesgo de incrementar la dependencia del niño. Por lo que es importante establecer cuando es el momento de dormir solo en su propia habitación, para no afectar su proceso de crecimiento y desarrollo. De lo contrario es probable que el niño le cueste tener su propio espacio e independencia.
Es cierto que muchos padres se enfocan en el bienestar del niño y dejan a un lado su relación de pareja. Por eso es importante encontrar tiempo para estar juntos y disfrutar de instantes a solas. Aunque no resulte una tarea facial, es la mejor alternativa para esta forma de descanso y evita que se deteriore la relación entre ambos, teniendo en cuenta que esta práctica puede generar distintas percepciones y pueden surgir algunas discusiones al respecto.
Por eso siempre es bueno marcar los límites
Una vez elegido el colecho, es conveniente trazar algunos límites. Y es que como en cualquier proceso de crecimiento, todas las prácticas tienen un principio y un final. Por lo que es fundamental que los padres establezcan tiempos determinados y profundicen en el estudio de las mismas.
Los límites en la práctica del colecho son muy importantes y garantizan la seguridad. Por lo que es importante establecer una rutina y crear hábitos saludables que cubran las necesidades del niño y al mismo tiempo los objetivos de los padres.
La comunicación tanto de la pareja, como de la familia, es fundamental para lograr las metas. Por lo que cada persona es responsable de las decisiones que toma sobre sus hijos y la manera en que decide criarlos y educarlos. Cuando este tipo de proyectos familiares se comparten mutuamente, resulta más fácil llevarlo a cabo y sin duda aporta nuevos aprendizajes.
Evita la idealización de tus hijos, tanto tú como padre. ¡Primero la seguridad de los pequeños y busca siempre la mejor alternativa!
Para conocer más sobre el colecho y toda la oferta formativa de Forma Infancia European School, ponte en contacto en Emagister y con gusto te ayudaremos a encontrar el curso que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas.
Si eres ya un estudiante de este centro y deseas contarnos tu experiencia. ¡Deja tu opinión gracias a este formulario y ayuda otros estudiantes como tú a escoger mejor!
