Tendemos a pensar que llevar el rol del directivo es difícil porque hay que mantenerse duro y cerrado. Pero esas características se dan por falta de habilidades directivas.
Las más principales son el coraje, la resiliencia y la toma de decisiones. El coraje va de la mano de la fortaleza, es la capacidad que hay que tener para tomar riesgos y defender tus ideas.
La resiliencia es la capacidad para afrontar cambios, adaptándose para seguir realizando el trabajo con normalidad.
Y la que es para mí la más obvia es la toma de decisiones, saber atender y valorar la situación eligiendo bajo presión la decisión correcta. El resto de habilidades son igual de importantes y están enfocadas en las relaciones personales entre el directivo y el resto de integrantes del proyecto o entre ellos mismos.
Hablamos entonces de las habilidades interpersonales, la inteligencia emocional y social, la prudencia, la asertividad y gestión defnoo conflictos.
Las habilidades interpersonales tratan de saber dirigirse a distintos tipos de personas ya sean grandes o pequeños grupos.
La inteligencia social es la capacidad para comprender las dinámicas y situaciones sociales, y así saber tomar distintas decisiones en cualquier situación que se encuentre.
La inteligencia emocional va de la mano de la social, ayuda a entender las distintas situaciones de los integrantes del grupo teniendo en cuenta la situación que atraviesan. Para ello conocen los límites además de los puntos fuertes y débiles de los integrantes del proyecto para darles un buen trato sin machacarlos con la presión.
Muy relacionado con esto último está la asertividad, la capacidad de encontrar el punto medio entre la pasividad y la agresividad de manera que responda y actúe respetándose a si mismo como directivo y a los demás integrantes. Al igual que la prudencia, la cual es la capacidad que debe tener alguien para evitar la impulsividad a la hora de actuar ante algo sin antes haberlo observado desde los distintos puntos de vista.
Y por último, en todas las relaciones personales ya sean entre compañeros de trabajos, como amigos, familia o pareja se crean conflictos, por ello es muy importante la habilidad de saber gestionarlos, solucionándolos cuando surjan o incluso evitándolos. La mejor manera de realizar esto es buscando una solución en la que todos ganen y salgan mínimamente perjudicados.
Como ya habéis podido ver todas las habilidades están relacionadas, son necesarias y se complementan entre sí. Todas las habilidades directivas anteriormente nombradas son propias de personas emprendedoras, ya que por definición, un emprendedor es alguien que acomete y comienza una obra o negocio especialmente si encierran dificultad o peligro. Si crees que eres un buen directivo con carácter emprendedor sería buena idea ampliar tu formación con cursos gratuitos como el de Business Strategy. Modelos de Negocio y Estrategias Startup.
O en el caso de que pienses que podrías llegar a tener estas habilidades directivas pero no sabes cómo, infórmate de las diferentes formaciones que existen para ello, como los cursos gratuitos de Habilidades Directivas y Dirección comercial y marketing: selección y formación de equipos.
Fuente: Grupo Femxa
