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¿Cuáles son los beneficios de la psicoterapia infantil?

Entre las técnicas terapéuticas más empleadas, la psicoterapia continúa siendo de las más difundidas en la actualidad, tanto en personas mayores como en menores. En el caso de los más pequeños, el psicoterapeuta deberá atender a cuestiones particulares relacionadas a los posibles problemas emocionales y de comportamiento que puedan surgir. Para esto es necesario aplicar técnicas especiales con el consentimiento explicito del paciente. Si quieres saber más, sigue leyendo. 

¿Qué es la psicoterapia?

La psicoterapia se encarga de trabajar las habilidades y técnicas especiales bajo consentimiento del paciente, para influir sobre la persona y ayudarlo a superar determinados conflictos interiores. Su finalidad recae en ayudarte a comprenderte mejor, buscando la paz interior del paciente a la vez que con su entorno, ahondando en el problema de origen para reconocer las causas que lo han llevado a la situación en la que se encuentra.

El especialista en psicoterapia, en definitiva, se ocupa de poner a disposición del paciente los medios y técnicas que lo ayuden a guiarse a sí mismo hacia la recuperación. No obstante, gran parte del trabajo dependerá de la actitud del paciente, pues sin su colaboración será difícil que se recupere.

¿Cómo funciona la terapia orientada a los niños?

Si nos circunscribimos al aspecto infantil, el psicoterapeuta necesitará estar predispuesto al trato con los niños, pues deberá analizar el desarrollo infantil para abordar las diferentes etapas. Por otro lado, no será posible desarrollar una terapia eficaz sin el amparo de los padres o familiares.

Será muy importante prestar especial atención a las necesidades del pequeño y hacerle notar que eres cercano y que puede confiar en ti. Desde el momento en el que logres acercarte a él, pasarás a ser el nexo de mediación entre él y sus padres.

Dada la corta edad de los pacientes, no debe de señalarse su padecimiento como una enfermedad, sino determinarlo como un desvío en su crecimiento. Por ello, la meta del terapeuta infantil será lograr el equilibrio en el menor para alcanzar un desarrollo normalizado y beneficioso que apunte a lograr su madurez.

Lo primero que deberán analizar serán los diferentes factores que han afectado en el menor, para así entender cómo han influido en él y cómo estos pueden haber intervenido biológicamente (por problemas congénitos), por afectación psicológica o social (por ejemplo, el entorno que rodea al joven). Muchos de los problemas que afectan a los jóvenes hoy en día son debidos al entorno o se encuentran relacionados con el factor cultural.

Será importante analizar, también, la relación emotiva de los más pequeño con las personas que le rodean. Determinar el tipo de vivencias que ha experimentado puede hacerte vislumbrar mejor las causas. En este sentido, nos será más sencillo corregir una vivencia negativa.

¿A partir de qué edad puede hacer terapia un el menor?

Dado que el niño es menor de edad, esta decisión corre por cuenta de los padres. No obstante, la psicoterapia infantil puede emplearse desde edades muy tempranas, con lo que, si la voluntad existe, puede empezarse cuanto antes. De hecho, los terapeutas se sirven de actividades lúdicas para acercarse al paciente a tempranas edades y ayudarlo con un buen desarrollo emocional y psicológico.

¿Cuáles son sus ventajas?

Al ser un problema detectado por adultos, las ventajas de la psicoterapia son varias:

  • La terapia no solo funciona con los menores, también ayuda a los mayores a comprender a sus hijos. Es importante entender que, muchas veces, cuando se lleva a los niños al psicoterapeuta es por la dificultad de los mayores por entenderlos.
  • Sirve para que el pequeño entienda sus emociones y sepa expresarlas.
  • Le proporciona la autoestima suficiente para resolver situaciones complicadas por sí solo.
  • Permite su integración en el entorno que le rodea, facilitándole la socialización.
  • Aprende a superarse y a aceptarse a sí mismo, a pesar de que presente dificultades de cualquier tipo.
  • Le alivia sentimientos negativos o autodestructivos, como el dolor y la culpa.
  • Comienza a valorar sus rasgos positivos, sirviéndole para afianzarlos.

¿Cuáles son las principales técnicas y modelos de los psicoterapeutas actualmente?

Las principales técnicas que suelen aplicarse habitualmente en este tipo de terapias, dada la corta edad de los niños. Muhcas de ellas, por supuesto, no servirían en un adulto, pero sí ayudarán a la familia del menor al favorecer la interacción con él.

El juego como terapia

Debes tener claro que el juego para el niño es algo imprescindible para su educación. Cuando este no está presente a temprana edad, puedes hallarte ante un problema de desarrollo. Es importante dejar al pequeño expresarse mientras juega, ya que es su manera de comunicarse. Con el juego no solo va a expresar sus gustos y aficiones, sino también sus miedos y fobias.

Esta técnica puede englobar perfectamente la actividad artística. De hecho, para un psicoterapeuta infantil será más sencillo descifrar el dibujo de un niño. Los colores empleados, las representaciones que lleva a cabo y hasta los mismos trazos son muy relevantes.

Algunos de los juegos más habituales en las psicoterapias son:

  • El movimiento rítmico y la danza es un buen recurso para manifestar sentimientos por otra vía que no sea el habla. La danza como terapia actúa liberando tensiones por medio del movimiento.
  •  Los juegos de narración con sonidos, movimiento y libre expresión son utilizados como otra forma de terapia en donde se favorece la espontaneidad.
  • Jugar a imitar a distintas personas entre ellas como los familiares cercanos ayuda a averiguar cómo percibe él a esas personas.
  • Los cuentos aportan importantes mensajes tanto a nivel consciente como inconsciente. Ayudan a comprender que se pueden sobrellevar las dificultades de la vida adulta. Leer cuentos al niño y ayudarle a interiorizarlos haciendo después un teatro de la historia. Y otra forma sería dejar que sean ellos quienes desarrollen el final del cuento libremente.
  • Los juegos de expresión emocional ayudan a los niños a identificar sus sentimientos y a saber expresarlos. Pueden utilizar muchos materiales para que el niño suelte los sentimientos reprimidos. Algunos de ellos son el barro, la bolsa para boxear, los tubos de espuma, el tablero de dardos y los mazos de plástico suave.
  • Con las artes plásticas algunos niños se comunican con mayor facilidad a través de la forma, color y dibujo que de manera verbal. Son necesarios los materiales como pintura, dibujos, trabajo con arcillas, plastilina, arena y agua.
  • El juego de memoria y las damas  chinas potencian la memoria visual, atención, percepción visual y el razonamiento.
  • Los juegos con animales reflejan una jerarquía de instintos y áreas inconscientes. Van desde los animales grandes y salvajes hasta los animales domésticos y con frecuencia obedientes.

Implicación familiar y trabajo grupal

Aunque las sesiones se enfoquen en el niño y pese a que en algunos casos puede no ser necesario, la participación de los padres suele ser crucial para la psicoterapia del menor. Los psicólogos infantiles se apoyan en las terapias familiares para obtener pautas con las que trabajar en casa. Asimismo es importante mantener informado a los padres de los avances en el niño. Incluso, la terapia junto a otros niños puede favorecer su socialización, así como la práctica de sus emociones.

El método cognitivo-conductual

Cuando el problema es el comportamiento del menor, este método es el más indicado para mejorar su actitud. En estos casos, es muy importante implicar a los padres, para que lleven adelante un seguimiento en el hogar. Mediante este se pretende otorgar a los menores de nuevas habilidades que le sirvan para superarse y desarrollar su madurez. Será muy necesario que lo enseñado por el terapeuta en consulta se haga conjuntamente con la familia.

La psicoterapia en la infancia puede requerir técnicas complejas comparadas con la práctica abocada a los adultos, como tener que recurrir a métodos enfocados a la actividad lúdica y al contacto directo con los padres y otros niños para contribuir a la adquisición de habilidades.

Fuente: Instituto Europeo de Educación

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