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La adolescencia es uno de los períodos más complicados de la vida, está llena de cambios y nuevas experiencias que pueden desembocar en la aparición de problemas de salud. Madurar es un proceso difícil que muchas veces los adolescentes no saben cómo afrontar. El apoyo de un psicólogo especialista en adolescentes puede ayudarles en este proceso.
La psicología aplicada en adolescentes
Las dos facultades fundamentales para poder empatizar con los adolescentes son comprensión y paciencia. El adolescente tiene que notar que el terapeuta está motivado para ayudarle y que le comprende, ya que él también ha pasado por la misma etapa. Es esencial que el psicólogo no pierda de vista su propia adolescencia para no dejar de estar con lo que siente y entiende el adolescente. Sólo así, este se abrirá al profesional, aceptando mejor las soluciones.
Es importante que el terapeuta cuente con conocimientos amplios del desarrollo de la adolescencia y sus posibles cambios, le ayudará a desempeñar mejor su trabajo. También es importante trabajar con los padres del adolescente para que estos sepan actuar en determinadas circunstancias.
Casos en los que es conveniente acudir a terapia
Es habitual que los jóvenes lleguen a la consulta del profesional cuando el problema ya está avanzado. Esto se debe al hermetismo que a veces tienen los adolescentes, con lo que es difícil que los padres se den cuenta que su hijo no está bien. A veces, ni ellos mismos son conscientes de que tienen un problema.
La adolescencia es una etapa donde la personalidad y la identidad se acaban de perfilar, por lo que es muy importante identificar el problema a tiempo. Por ejemplo, si en este período el joven sufre un trastorno de ansiedad y no se trata es bastante probable que en la etapa adulta acabe de configurar una personalidad de tipo ansioso. Mientras que, si se aborda este cuadro clínico con terapia y se supera, el adolescente construirá una personalidad sana y con una buena autoestima.
Algunos indicadores pueden llevar a tomar la decisión de acudir a un profesional:
Cambios de personalidad
Cuando existe un cambio significativo en el comportamiento del adolescente, por ejemplo si se enfada frecuentemente y antes no lo hacía, es un indicio que algo no va bien; cuando pasa mucho tiempo aislado en su habitación (zona de confort). Si sus resultados académicos bajan. La autoestima y la motivación se pueden ver alterados y es aconsejable que el joven hable de lo que le preocupa.
Obsesiones
Cuando se tiene la necesidad de hacer ciertas cosas reiteradamente como mecanismo para afrontar la inseguridad. Es importante estar atentos a la evolución de las obsesiones ya que pueden convertirse en un Trastorno Obsesivo Compulsivo, llegando a ser un problema. Es habitual que el adolescente las guarde en secreto durante un tiempo.
Conductas de riesgo
Si el joven consume habitualmente alcohol u otro tipo de sustancia, significa que detrás de esta acción autodestructiva existe un problema. Conductas agresivas y enfrentamientos con la ley pueden ser también una señal de alarma.
Posibles trastornos en adolescentes
En la etapa adolescente pueden existir muchas dificultades sociales y emocionales, la mayoría no tienen porqué ser una patología. Pero si estas señales son reiteradas, puede ser una llamada de ayuda y si fuera necesario hay que acudir a un profesional.
Depresión
La depresión es un profundo sentimiento de tristeza incontrolable y contínuo en el día a día. Puede llegar a causar problemas tanto psicológicos como físicos. Las rupturas sentimentales, los cambios físicos, malos resultado académicos, etc. pueden ocasionar un cambio constante de sentimientos en los jóvenes.
Los cambios emocionales como una tristeza profunda o la irritabilidad pueden ser señales; como también la indiferencia con respecto a la familia, amigos e incluso hacía ellos mismos.
Problemas alimenticios en adolescentes
Los cambios físicos que se dan durante este período pueden generar problemas de autoestima en los adolescentes. La obsesión extrema por el físico puede desencadenar en problemas graves de salud, como la anorexia, la bulimia o atracones. Si identificamos alguno de ellos hay que acudir inmediatamente a un profesional ya que pueden ser muy graves. Algunos de ellos son:
Bulimia
La bulimia consiste en consumir de forma compulsiva grandes cantidades de alimentos durante todo el día. Seguido de un período de arrepentimiento que puede llevar al joven a eliminar el exceso de alimento a través de vómitos o laxantes.
Hay que estar alerta si el adolescente evita comer delante de otros o desaparece inmediatamente después de comer; o si ayuna durante un largo período de tiempo,
Anorexia
La anorexia es un trastorno de la alimentación que se caracteriza por el peso corporal anormalmente bajo, el temor intenso a aumentar de peso y la percepción distorsionada del peso. Se puede alterar la percepción física y sentirse con sobrepeso. Las señales de alerta son la pérdida excesiva de peso y en las chicas ausencia de la menstruación. La obsesión por las calorías de los alimentos, el frío o la hiperactividad pueden ser señales de alarma.
Atracones
La ingesta de grandes cantidades de alimentos sin ningún control, puede ser un indicio. También comer cuando no se tiene hambre o incluso hasta no poder más. Esconder la comida, comer a escondidas, etc. pueden ser señales de alarma, y estos atracones pueden derivar en bulimia o anorexia por lo que hay que estar atento.
Ansiedad
La ansiedad puede ser algo puntual, pero si es reiterada o es demasiado intensa puede generar un trastorno de ansiedad. Los adolescentes que la sufren se obsesionan por conseguir la aprobación de otros y presentan inseguridad. Su autoestima es baja y tienen miedo ante situaciones diversas. Las crisis de ansiedad pueden aparecer en el momento menos pensado y suelen ser de corta duración. Los síntomas más comunes son dolores en el pecho, dificultad para respirar, sudoración y palpitaciones.
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