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¿Debemos controlar más los fármacos que tomamos sin receta?

Aunque no esté bien hacerlo, todos nos hemos automedicado alguna vez con fármacos que no requieren de receta médica. Son los llamados medicamentos OTC o de venta libre. Los expertos alertan que un uso irresponsable de los medicamentos puede ser perjudicial para nuestra salud. Así, ¿se necesita un control más exhaustivo del consumo de los productos farmacéuticos? ¿Se necesita mayor educación para insistir el peligro que suponen si no los usamos adecuadamente? Este es el debate que actualmente está sobre la mesa de las políticas sanitarias.

Diferencias entre los medicamentos con receta y sin receta

A primera vista, la mayor diferencia es que los medicamentos de venta libre no necesitan la prescripción médica. Podemos comprarlos en la farmacia por nuestra propia cuenta.

Beneficios de los fármacos OTC

– Primeramente, es muy fácil acceder a ellos. En casi todas las farmacias podemos encontrar las mismas medicinas. De modo que su accesibilidad es una ventaja.

– Es un punto positivo para nuestra salud que por nuestra propia cuenta nos preocupemos en nuestra salud. Así, podemos prevenirnos de problemas de salud que nosotros mismos podemos detectar, como las alergias. Sin embargo, no está de más recordar que en cualquier caso contemos con las indicaciones de nuestro médico o el farmacéutico.

– Otra ventaja de los medicamentos sin receta es que al tener acceso a este tipo de medicinas, se evita colapsar la consulta médica por afecciones poco importantes. Sobre todo, cuando es época de resfriados.

– Por último, este tipo de fármacos son testados con seguridad, de modo que nos aseguramos de comprar un producto que realmente funciona y es de calidad.

Problemática de los medicamentos sin receta

– Principalmente, uno de los inconvenientes más graves es que hayamos errado al interpretar los síntomas aparentes. En este caso coinciden dos factores que perjudican directamente a nuestra salud. El primero es que podemos estar desatendiendo una enfermedad con una gravedad mayor. Y segundo, estaremos tomando un medicamento que puede causar un efecto negativo dada la verdadera enfermedad.

– Por otro lado, si se abusa de alguno de estos productos, nos pueden causar daños. Por ejemplo, si abusamos del spray nasal podemos perder el olfato. Ocurre que algunas personas se acostumbran a utilizar al más mínimo síntoma de congestión nasal.

– También existe la posibilidad de convertirse en dependiente, según el fármaco que se tome. El spray nasal sigue siendo un buen ejemplo. Si se usa con frecuencia, la mucosa nasal se irrita y se produce el efecto contrario. Puede parecer que aun cuesta respirar, sin embargo la mucosidad ha disminuido.

– Es importante que al comprar cualquier tipo de medicamento se lea atentamente el prospecto. Siguiendo con el ejemplo anterior, el spray nasal se puede usar hasta tres días seguidos, no más.

Otros detalles a tener en cuenta

Existen algunas diferencias más entre los medicamentos recetados y los que no lo son.

Por ejemplo, los de compra libre suelen ser más caros ya que no están financiados por la Seguridad Social. En cambio, los que siguen la receta médica siempre mantienen el mismo precio, aunque sea en farmacias distintas.

Otra diferencia es que los fármacos que requieren prescripción médica no aparecen en cortos publicitarios.

¿Qué tipos de medicinas sin receta existen?

Lo cierto es que contamos con gran variedad de fármacos. Sin embargo, vamos a presentarte los más comunes:

– Cremas para los dolores musculares o para calmar irritaciones de la piel.

– Colirios para los ojos.

– Cremas hemorroidales.

– Cápsulas para cortar diarreas o para  mejorar el estreñimiento.

– Pastillas para el dolor de cabeza (analgésicos).

– Compuestos para atajar los resfriados, entre los cuales encontramos los productos para la descongestión nasal o para la tos.

–  Antihistamínicos para reacciones alérgicas.

– Complementos vitamínicos.

Indicaciones previas

A pesar de que no cuenten con la prescripción de un médico, es importante seguir una serie de precauciones para evitar posibles riesgos. Echa un vistazo a estas indicaciones:

– Todas las medicinas pueden tener efectos secundarios, incluso las que compres libremente en la farmacia. Por este motivo es importante leer el prospecto antes de ingerir el medicamento. Es aconsejable, además, que uno se observe a si mismo para ver si su cuerpo responde bien ante el medicamento en cuestión.

– Consulta a tu médico o farmacéutico en caso de tener cualquier duda sobre el fármaco.

– Las medidas que debes cumplir son las mismas que tomas con los medicamentos recetados. Es decir, vigila con las fechas de caducidad y consérvalos en un lugar fresco y seco. Aunque mucha gente lo acostumbra a hacer, no es aconsejable guardar las medicinas en el lavabo o en la cocina.

– No consumas más dosis de la recomendada. Sigue las indicaciones que marca el prospecto.

– Según el medicamento, es aconsejable consultarle a un experto antes de tomarlo. Sobre todo si se trata de un fármaco para niños o para ancianos.

Tal y como se ha comentado, los medicamentos sin receta requieren igualmente una especial atención. Deben ser consumidos con responsabilidad y conciencia. Es una ventaja poder contar con ellos en caso de necesidad. Sin embargo son medicinas que no consumidos con precaución, pueden causar daños en nuestra salud.

Fuente: Esneca Business School

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