En el post de hoy hablaremos de dos esculturas famosas que marcaron un antes y un después en cada una de las corrientes artísticas que representan. Conocerás lo magnificas e impresionantes que han sido estas obras de arte para la historia, ya que haremos un exhaustivo análisis de ambas, analizando su contexto y significado.
Auguste Rodin y el pensador
El arte de este escultor está inspirado en la escultura clásica de Miguel Ángel y el trato atormentado que le daba a sus esculturas. El toque modernista de este artista, también se ve reflejado en el carácter simbólico y el aspecto inacabado de sus obras. Además de fundir una técnica impresionista que se enriquece de los efectos de la luz con la superficie, la manipulación de los planos, la vida en general y la majestuosidad de las figuras.
La obra del pensador, muestra a Dante contemplando el infierno. Por lo que se considera un símbolo de reflexión sobre la gran duda del hombre y la existencia de este lugar. También se ha interpretado como una obra que habla del primer pensamiento del hombre y la diferencia que existe entre este y el reino animal.
Esta obra tiene una particularidad y es que no sigue un sistema de proporciones clásicas. Al contemplarla, puede verse como los pies, los brazos y las manos se ven relativamente grandes, respecto al cuerpo. Por su parte las curvas, muestran a un Dante sentado, con las piernas y la espalda en paralelo. Mientras que los brazos se conciben de forma opuesta.
La mayor parte del cuerpo del pensador está a medio pulir, lo cual da un aspecto de penumbra al personaje y es justo en las zonas mejor acabadas donde Rodin destaca sus poderosos efectos de claroscuro, dentro de la escultura.
Sin duda una obra magnifica característica del siglo XIX, que estaba destinada para la puerta del infierno de parís (finalmente no fue construida) y que marcó un precedente en el arte de 1880, fecha en la que fue elaborada.
Giambologna y El rapto de las sabinas
Esta magnífica obra fue diseñada y elaborada a mediados del siglo XVI, por lo que pertenece a la corriente artística del manierismo. Un arte destacado por la multifacialidad (que puede verse perfectamente marcada en esta obra) y el serpentinato (una cualidad que muestra las figuras retorcidas sobre sí mismas, creando una forma helicoidal), como si se tratase de un efecto espiral ascendente. Por lo que esta obra, genera un punto vista múltiple a quien la observa detalladamente y lo obliga a moverse sobre ella para poder contemplarla en su totalidad.
Las tres figuras que la componen, se muestran entrelazadas entre sí, como si se tratase de la unión de los cuerpos. Mientras un juego de miradas toma el protagonismo, llevando al espectador al límite de la acción.
La leyenda romana cuenta que Rómulo (fundador de la ciudad de Roma), invita a los habitantes a disfrutar de una majestuosa fiesta, en donde los sabinos darían instrucciones a los romanos, para raptar a las mujeres solteras de la ciudad durante la celebración. De esta forma la obra muestra a Rómulo, raptando a una mujer casada, mientras el marido se postra a sus pies. Por lo que consigue trasmitir el drama un rapto, sintetizando la narración de la historia en estos tres personajes.
El rapto de las sabinas mide unos 4,10 metros de altura y está hecha de un solo bloque de mármol, vaciado y tallado. La obra se desarrolla bajo el dinamismo y la expresividad de sus personajes, una de las principales características de la corriente artística del manierismo. Sin duda una de las esculturas más famosas del siglo XVI y de la historia del arte.
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