La innovación tecnológica contribuye decisivamente a mejorar la productividad total de los factores de producción, cuya caída durante más de dos décadas representa uno de los principales problemas de la economía española. Dentro de esta revolución digital, la tecnología Blockchain o cadena de bloques adquiere más y más peso.
El impacto de la cadena de bloques sobre la productividad, sus distintas aplicaciones y su potencial para revolucionar el mundo de los negocios en diversas áreas −operaciones bancarias, distribución y transporte, contratos, etcétera− centraron la séptima sesión del Observatorio EOI de la Economía Global, que se celebró ayer en el Campus EOI Madrid.
Dirigido y moderado por el profesor emérito Agustín del Valle, el Observatorio es un proyecto de EOI Alumni que ofrece la oportunidad de escuchar a expertos en cuestiones candentes de la economía española e internacional.
Esta sesión contó con las intervenciones de Jesús Fernández-Villaverde, profesor de Economía de la Universidad de Pensilvania, y de Julio Faura, director de I+D en Banco Santander, ambos grandes especialistas en Blockchain.
Fernández-Villaverde defendió la utilidad de esta tecnología como sistema descentralizado de verificación de condiciones, algo fundamental para efectuar cualquier actividad económica o industrial con un nivel de productividad adecuado. La cadena de bloques permite realizar transacciones de forma fiable y segura sin necesidad de intermediarios, al estar la información validada por esa cadena que guarda la historia completa de las transacciones.
En este sentido, el profesor destacó que esta tecnología tendría un impacto directo sobre la productividad de la economía por sus ventajas a la hora de internacionalizar las empresas y fomentar las exportaciones, entre otros factores.
Igualmente, Fernández-Villaverde subrayó la necesidad de crear “un nuevo marco regulatorio, una ‘Lex Cryptographia’ moderna lo suficientemente flexible para no ralentizar la actividad económica. Y la necesitamos ya, si queremos que la actividad económica florezca mucho más”. En consonancia, también insistió en la importancia de contar con“una nueva generación de juristas que entiendan que las transacciones privadas del siglo XXI son, en gran medida, digitales”.
Por su parte, Julio Faura expuso un caso práctico de jointventure de varias entidades bancarias para ofrecer servicios a pymes con Blockchain como base. Faura aseguró que la cadena de bloques “es una pata fundamental de la cuarta revolución industrial para que todos los actores puedan intercambiar valor de manera eficiente” y manifestó la necesidad de un “sistema lo suficientemente descentralizado a nivel nacional, no un consorcio privado, con un modelo aún por definir”.
