La función de la industria farmacéutica consiste en la investigación, desarrollo, fabricación y comercialización de productos aplicados al diagnóstico, prevención y tratamiento de problemas de salud en las personas. La industria farmacéutica innovadora conforma uno de los sectores con mayor inversión en I+D, en los países donde se encuentra establecida, esto genera empleo de calidad, en gran parte, femenina.
Según las cifras dadas por el patronal de la industrial farmacéutica Farmaindustria, en España la inversión en I+D de las empresas del sector implican el 18,9% de la inversión global de la industria española dentro este ámbito. Sin embargo, el 2,7% representa el volumen de negocios de las compañías farmacéuticas dentro de toda la industria española. Dicho esto, la «intensidad en I+D» encabeza el primer lugar, al igual que la industria aeroespacial.
La crisis de la COVID-19 ha provocado un cambio de paradigma en diferentes ámbitos de la sociedad, explica Álex Figueras. Claramente, ha afectado también a los sectores relacionados con la salud de las personas. Los países avanzados no habían pasado por una pandemia de esta magnitud desde hace décadas, esto ha desencadenado, tanto a nivel epidemiológico como a nivel asistencial, nuevas necesidades y nuevas demandas. Dadas las circunstancias, en un primer plano se encuentra el papel de la industria farmacéutica en materia de I+D+i, el cual ha sido fundamental hoy más que nunca, debido a la necesidad de encontrar la vacuna o un tratamiento efectivo contra la COVID-19.
Los avances en el desarrollo de las vacunas se han agilizado en gran medida a causa de la crisis sanitaria, además se ha enfocado en garantizar el acceso global a las vacunas y los tratamientos, así como el incremento de las inversiones en salud pública y atención sanitaria por parte de los estados.
En el informe, el autor manifiesta que esta pandemia mundial ha ocasionado una crisis económica y social, con grandes afectaciones en aspectos de decrecimiento en la economía mundial. Dicho esto, el desafío que tenemos hoy en día a nivel mundial se basa en dos notables aspectos: sanitario y económico.
La industria farmacéutica puede jugar un papel importante en la resolución de ambos aspectos de la crisis. En una posición central referente a la respuesta contra esta afección se encuentra su labor de investigación y su repercusión directa en el desarrollo de vacunas y tratamientos eficaces para detener la propagación del SARS-coV-2. De manera que, en nuestra historia actual, la industria farmacéutica encabeza una lucha sanitaria sin precedentes.
Dentro del contexto social, es esencial darles relevancia a los sectores económicos más estratégicos e innovadores, los cuales tienen la capacidad de generar empleo de calidad, contribuyendo al desarrollo social y económico de los países.
Evidentemente, el sector industrial farmacéutico, el sector de la salud en general y el sector biotecnológico, son áreas con la capacidad de ayudar a muchos países a lograr una reconstrucción económica. Para apoyar el desarrollo, es importante establecer marcos y políticas industriales.
Un punto clave para mejorar la salud de la población se centra en la unión de los sistemas sanitarios públicos potentes y sectores estratégicos industriales, como el sector farmacéutico, competitivos y con la facultad de desarrollar vacunas y tratamientos seguros, efectivos e innovadores, al alcance de todos, concluye el autor.
Si te pareció interesante esta publicación y quieres descubrir toda la oferta formativa de OBS Business School, ponte en contacto con Emagister y te ayudaremos a encontrar el curso perfecto para ti.
Si eres ya un estudiante de este centro y deseas contarnos tu experiencia ¡deja tu opinión en este formulario y ayuda otros estudiantes como tú a escoger mejor!
