Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

¿En qué consiste la mediación familiar?

La mediación familiar facilita la búsqueda de acuerdos entre las personas que tengan algún vínculo. Se trata de parejas, padres e hijos que tienen dificultades para lograr acuerdos o experimentan diversos problemas dentro de su cotidianidad.

Es ahí cuando, a través de la figura de un mediador externo, se produce la asistencia para que los involucrados en el conflicto puedan resolverlo. Estos profesionales se capacitan a través de un Máster en Educación Social mediante el cual aprenden todas las herramientas de gestión y resolución de problemas sociales.

¿Qué es la mediación?

La mediación consiste en reconocer por qué dos personas o un grupo no pueden alcanzar acuerdos. A través de ella se analiza cuál área del proceso falla y se buscan soluciones. Al reconocer si existe un problema en la comunicación, por ejemplo, el mediador establece estrategias para resolver esos conflictos.

Como parte de sus funciones, el mediador no opina ni valora las posturas que se encuentran en discusión. Por el contrario, debe ser imparcial para evitar condicionar de forma negativa el proceso.

El mediador facilita la búsqueda de los acuerdos, no los impone ni los direcciona según su conveniencia ni opinión. Eso hace que la decisión final recaiga en los involucrados.

Los objetivos de la mediación familiar

La mediación familiar se enfoca en facilitar herramientas para que las personas en conflicto puedan alcanzar un acuerdo a través del entendimiento. La base de todo este proceso es el diálogo y la comprensión.

Los involucrados en la mediación familiar deben ser conscientes de lo esencial del proceso y lograr acuerdos en el que cada una de las partes quede satisfecha. Sin embargo, no en todos los casos se llega a resoluciones satisfactorias e, incluso, puede que el mediador no logre revertir la situación debido a la complejidad.

En particular, el mediador tiene como meta dar con la mejor forma posible para solucionar el conflicto. Esto involucra servir una serie de recursos para que las personas resuelvan sus problemas o, como mínimo, los simplifiquen.

De forma global, el objetivo de la mediación familiar es que las personas no se estanquen en la búsqueda de soluciones ante diversos escenarios. Una vez que las personas entran en este proceso es conveniente que estén abiertos a flexibilizar sus posturas para que toda la dinámica sea aún más positiva.

El perfil del mediador familiar

El mediador familiar es una persona preparada para atender diversos conflictos entre personas a través de una serie de recursos.

Dentro de sus principales virtudes destaca la comunicación, saber escuchar y comprender para entender de mejor manera el conflicto que se presenta entre las personas. De esa forma, el especialista puede ver el problema con perspectiva y comenzar a explorar cuáles son los posibles factores que impiden el alcance de acuerdos.

El mediador se adentra de forma progresiva en las historias de cada uno de los participantes, se acerca a través de la empatía a las razones de cada persona dentro del problema, y procura interceder entre los involucrados para que puedan dar con la mejor solución ante el problema. El profesional no establece juicios de valor en ningún momento, para evitar afectar la dinámica que se va construyendo de forma progresiva entre todos.

¿Cuándo interviene un mediador familiar?

Hay diversos escenarios y momentos en los que puede ser necesario contar con un mediador familiar. Esta figura, externa a las involucradas en el problema, abarca el conflicto para ofrecer distintas soluciones e interviene en situaciones como las siguientes:

Separación, con hijos de por medio

El mediador, en estos casos, propicia el diálogo entre las distintas partes. En estas situaciones hay que tener en cuenta que no solo se trata de las parejas sino también de los hijos involucrados en la relación.

Por ese factor, la solución pasa por lograr lo mejor para los menores de edad. Esto ocurre porque se trata de proteger la salud emocional y el bienestar de los hijos sin que los padres se vean condicionados en demasía.

Herencias

Suele ser uno de los conflictos más marcados entre familiares. En estos momentos, en muchos casos los miembros llegan a distanciarse y discutir de forma notable. Es ahí cuando el mediador se enfoca en generar un diálogo estable para que los debates que esta situación genera se solucionen de buena manera y no alcancen extremos.

Problemas entre padres e hijos

Es un conflicto que puede producirse por la diferencia generacional, el carácter de padres e hijos y las condiciones de convivencia. En estas ocasiones, el mediador procura entender las razones del conflicto y sugerir diversas herramientas para que la situación pueda ser canalizada hasta dar con la solución adecuada y fortalecer la relación entre ambos.

Mediación familiar: cómo es

Lo primero que tiene que tener claro un mediador familiar es que cada caso es particular y exige diferentes cuestiones. Al estudiar y analizar la situación con perspectiva es mucho más sencillo dar con las soluciones.

Es así como empieza un proceso que puede durar según las necesidades del caso. Eso quiere decir que quizá sea breve o más extenso. Acá también influye la disposición de las partes para acordar diversas cuestiones.

Durante ese proceso, el mediador familiar evaluará el caso, reconocerá qué influye de forma negativa en la dinámica de diálogo entre las partes y ofrecerá recursos para que estos factores no determinen el resultado final sino que, por el contrario, se logre un acuerdo que favorezca a los involucrados.

Por lo general, este tipo de procesos repercuten de forma positiva en el crecimiento de la persona, ya que reconoce falencias y suma recursos para mejorarlas. Todo este proceso invita a los involucrados a ir más allá del conflicto, del obstáculo, para mirar la situación de una manera más clara, con perspectiva, y avanzar hacia las soluciones más convenientes.

Por tanto, para ser un profesional dentro de este campo es recomendable hacer una capacitación, estudiar las diversas escalas de los conflictos y el trato humano, para poder aportar las ideas y herramientas necesarias a otras personas. Durante ese camino de formación es clave fomentar la empatía, el entendimiento el diálogo para luego comunicar de manera más efectiva.

Se trata de facilitar la toma de decisiones y la gestión de los conflictos, no de resolverlos de manera unilateral. Es por ello que el rol de mediador familiar debe ser imparcial, con el objetivo de canalizar la situación hacia el mejor escenario posible de acuerdo con los intereses y deseos de los involucrados.

¿Quieres descubrir toda la oferta formativa de FormaInfancia European School? Ponte en contacto con Emagister y te ayudaremos a encontrar el curso perfecto para ti.

Si eres ya un estudiante de este centro y deseas contarnos tu experiencia, ¡deja tu opinión gracias a este formulario y ayuda otros estudiantes como tú a escoger mejor!

Deja un comentario