Una estrategia de contenido es uno de los procesos más interesantes, complejos y enriquecedores que se experimentan en los sectores de marketing. En él se envuelven una serie de ideas, etapas y objetivos que dan sentido a lo que luego se refleja en distintas plataformas. En caso de que no se sepa cómo hacer una estrategia de contenido, en el siguiente artículo se profundizará y, en caso de que se desee profesionalizarse en este campo, se sugiere cursar el Certificado en Marketing Digital 2.0. y Social Media para avanzar en este campo.
El marketing de contenidos: ¿en qué consiste?
Primero, hay que definir el contexto en el que se desenvuelve una estrategia de contenido. Este es el marketing de contenidos, enfocado en analizar las diversas tendencias de mercadotecnia. Desde ahí, atiende a la creación, difusión y distribución de contenidos en diversas plataformas para que lleguen a múltiples medios y diversos públicos, para mayores beneficios de la marca o institución.
Para ello, es necesario que los contenidos y las ideas se integren en esa estrategia de contenidos para que funcionen en un mismo sentido. De ahí la importancia de lograr compactarlas con principios y pasos a seguir como los siguientes.
Estrategia de contenido: paso a paso
A continuación se comparten varias de las etapas que debe tener una estrategia de contenido.
Análisis de la situación
Es necesario conocer cuáles son los objetivos, estudiar la marca, explorar el mercado y el público al que se desea dirigir el mensaje, entre otros aspectos. En esto consiste en análisis de la situación actual de la compañía y las peticiones del cliente.
Por tanto, es necesario sumar toda la información necesaria en relación con la marca que se maneja, el producto que se desea posicionar, cuál es la competencia, el mercado, las tendencias, el público al que irá dirigida la estrategia de contenidos, entre otros aspectos.
Eso facilitará la conceptualización y el sentido de la estrategia.
Definir el objetivo de la estrategia de contenido
Para llegar a una meta, primero hay que saber cuál es. Por eso es conveniente determinar cuáles son los objetivos que se desea alcanzar a través de la estrategia de contenido. En esta etapa es necesario especificar cuanto se pueda en relación con los logros. Eso facilitará su comprensión y desarrollo. Hay que procurar, de manera honesta, que sean premisas medibles, realistas, alcanzables dentro del tiempo con el que se cuenta.
Definir la audiencia
Saber hacia quien va dirigida la estrategia de contenido contribuirá a conceptualizar y finalizar otras áreas del plan. Desde el lenguaje hasta la propuesta gráfica. Para resolver este punto, es válido hacer preguntas del tipo: quiénes son, qué desean, qué buscan, qué aspiran, cómo se relacionan con la marca, entre otras cuestiones.
Contenido
Consiste en delimitar cuáles son los contenidos que pueden enlazar la propuesta de la marca con el cliente. Eso derivará en otras preguntas: ¿Cuál es el estilo con el que se debe escribir? ¿Ese es el contenido adecuado? ¿Existe otro que puede ser aún mejor? Ese tipo de cuestiones facilitan el encuentro de una idea o enfoque original dentro de la estrategia de contenido.
La estrategia, a detalle
Resuelto lo anterior, es conveniente dividir la estrategia de contenido en campañas estacionales para que, de manera mensual o semanal, se puede revisar de forma sencilla. Esto debe ser adaptado al negocio y los intereses de la organización. Acá también influyen los objetivos trazados y las herramientas con las que se cuenta. Por eso es conveniente apoyarse en una base teórica para potenciar cada uno de los recursos a disposición.
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