En el campo de los productos y servicios, la gestión de la calidad suele ser aquello que diferencia a uno bueno o de uno excelente. Está relacionada con la elaboración y producción de eso a lo que se accede o disfruta. La comprensión de este filtro, de este concepto, debe entenderse de manera global, pues involucra a toda la experiencia que una empresa o marca puede ofrecer. En el siguiente artículo se profundizará sobre estos aspectos y, en caso de preferir una titulación vinculada con el sector, se recomienda cursar el programa de Gestión de la Calidad – Iso 9001:2015, con certificación emitida por la Universidad Pontificia de Salamanca.
¿Qué es la gestión de la calidad?
La gestión de la calidad engloba a sistemas, técnicas, herramientas, acciones y métodos utilizados con el objetivo de alcanzar la excelencia en los productos y servicios que una compañía puede ofrecer.
Se suele pensar que esta experiencia consiste en solo ofrecer producto sin defectos de fábrica o hacer las entregas a tiempo, en especial ahora, en tiempos de la COVID-19. Sin embargo, es mucho más profundo. Si bien esos aspectos son clave, solo forman parte de una cadena más extensa que involucra desde la atención primaria hasta otros aspectos.
Esos son los factores que, a través de la gestión de la calidad, son definidos como directrices, líneas y pasos a seguir para que la experiencia del consumidor sea ideal en las distintas etapas de atención y goce del servicio o producto.
¿En qué consiste la gestión de la calidad ISO 9001:2015?
Es muy común que muchas personas se pregunten con frecuencia en qué consiste esta certificación, que suele ser mencionada en radio y televisión durante la presentación de un producto. La nomenclatura ISO 9001:2015 se refiere a una norma internacional a través de la cual se regulan los procesos de gestión de la calidad. Por tanto, estas empresas que cuenten con la certificación ISO tienden a ser percibidas de mejorar manera que otras porque gozan de buena reputación.
Esta certificación evalúa aspectos como el trabajo, los recursos utilizados, el liderazgo, las competencias, los clientes, el desempeño, el conocimiento, la información documentada, los riesgos y oportunidades, entre muchas otras variables que influyen en un producto, para valorarlo de buena manera.
Gestión de la calidad: ¿hacia dónde apunta?
Contar con un buen sistema de gestión de la calidad podrá garantizar el cumplimiento de diversos objetivos que influyen en la experiencia del consumidor y en múltiples mecanismos internos de la compañía.
Algunas de las metas de la gestión de la calidad son:
- Recepción de nuevos clientes.
- Satisfacción y fidelización de los clientes con los que ya se cuenta.
- Mejora y evolución de los procesos internos de la empresa.
- Diferenciación en relación con la competencia.
- Cumplimiento de las normas y leyes vinculadas con la administración pública.
- Satisfacción del cliente.
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