Es una realidad que en pleno siglo XXI aún existen conflictos y exclusión a grupos vulnerables, por ello nace la necesidad de la intervención social. Para entender fácilmente este concepto se puede dividir en dos partes; la primera es una intervención que se enfoca en generar cambios como consecuencia a un conflicto en particular. La segunda, se entiende por querer ser parte del proceso que busca atender el problema. Sin embargo, intervenir en problemáticas sociales tiene una connotación más profunda de lo que se cree. Si te interesa este tema te invitamos a seguir leyendo este post, pero si lo que quieres es convertirte en un experto en este ámbito, te invitamos a formarte con el Máster en Inmigración.
Intervención social… ¿En qué consiste?
Dicho brevemente, la intervención se da cuando los elementos de los sistemas sociales presentan problemas para lograr sus objetivos, generando consecuencias negativas en la sociedad. Por ejemplo, cuando el sistema educativo de una sociedad es de mala calidad, surgirán tarde o temprano personas incapaces de conseguir un empleo digno y por ende estarán marginadas socialmente.
Podemos decir que la intervención social se centra en ayudar a resolver algunos conflictos del sistema social. Con el objetivo de atender problemas derivados de una mala gestión que recaen directamente en las personas que integran una comunidad. Pero… ¿Cómo se logra? Diseñando planes estratégicos que generen cambios, liderando políticas públicas de inclusión y, generando consciencia que cause un cambio colectivo e individual en las personas.
Niveles de intervención
Uno de los principales objetivos de la intervención social es la prevención. Pero, si el problema ya existe, la meta es reivindicar las situaciones que lo provoquen. Para ello, se debe realizar un análisis, un plan de acción y una evaluación que debe incluir los siguientes elementos:
- Apoyarse en los medios sociales. Esto quiere decir que, para poder tener más acogida, la persona encargada debe saber manejar redes sociales, explicar e interpretar diferentes situaciones.
- Metodologías. Es esencial crear un plan de acción con una metodología específica que garantice cumplir con los objetivos.
- Rigor científico. Toda evaluación debe tener como base parámetros científicos.
La importancia de la intervención de carácter social
Como lo hemos mencionado anteriormente, la intervención social busca el desarrollo de las personas, comunidades y grupos con el fin de mejorar su realidad social. Todo ello se da por la aportación de recursos materiales o profesionales. Con el objetivo de solventar sus necesidades básicas, se transforma positivamente su subsistencia, su integración y participación social.
Además, se busca facilitar el acceso a la información, los recursos sociales y la igualdad de oportunidades. Sin dejar de lado conceptos tan importantes como: la no discriminación y la exclusión social.
Por último, no se debe olvidar que la intervención social necesita para su desarrollo de un trabajo interdisciplinar. Siempre requerirá relaciones sólidas entre los psicólogos, abogados, sociólogos, trabajadores sociales, entre otros profesionales para alcanzar las metas. Es por ello que en la actualidad se necesitan personas capacitadas para generar cambios en la sociedad.
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