Mientras el mundo busca soluciones para abordar el cambio climático, un equipo australiano está planeando los peores escenarios, incluido un mundo que sobrevive a los humanos. ¿El proyecto? La caja negra de la Tierra, un dispositivo de almacenamiento de datos alimentado por energía solar diseñado no solo para resistir los efectos del cambio climático, sino que, al igual que las cajas negras utilizadas para registrar datos de vuelo en caso de un accidente, narra acciones que podrían conducir a la desaparición de la Tierra.
Considéralo parte cápsula de tiempo, parte instalación de arte social y parte proyecto de ciencia de datos. Empresa de comunicaciones Clemenger BBDO primero se le ocurrió la idea, colaborando con investigadores en el Universidad de Tasmania, colectivo de arte La Sociedad del Pegamento y productora Revólver en Sydney, para convertir el concepto de acción climática de mente alta en realidad. Diseñada para durar 10,000 años, la estructura recopilará mediciones sobre todo, desde las temperaturas promedio de la Tierra y el dióxido de carbono atmosférico hasta la población humana, al tiempo que recopilará datos contextuales como titulares de noticias, publicaciones en redes sociales y noticias de conferencias y eventos importantes.
De alguna manera, la idea es similar a la Bóveda Global de Semillas Svalbard de Noruega, uno de los proyectos más influyentes de PMI, la llamada bóveda del día del juicio final diseñada para proporcionar un suministro de respaldo de las muestras de semillas del mundo. Pero los líderes del proyecto en la Caja Negra de la Tierra se centran en proporcionar un registro de los eventos a cualquier futuro habitante de la Tierra, y estimular la acción sobre los pasos urgentes necesarios para abordar la crisis climática.
«Su intención es hacer que nuestros líderes rindan cuentas al ser una estructura imperdible que les recuerda que sus acciones, o inacción, se registrarán para las generaciones venideras», explica Michael Ritchie, director gerente de Revolver, la compañía que administra el proyecto.
Al elegir un sitio para el proyecto, la gestión de riesgos fue un enfoque principal. El equipo necesitaba una ubicación para la caja que fuera geopolítica y geológicamente estable, con un riesgo relativamente bajo de desastres naturales que pudieran comprometer su integridad. Así que eligieron una remota llanura de granito en la costa oeste de Tasmania, trabajando con terratenientes y consejos locales para asegurar la tierra.
Una vez construida, la estructura debe ser capaz de soportar lo que el cambio climático le arroje. «Debemos asegurarnos de que los datos que registramos sean seguros y accesibles para quienquiera que los encuentre», dice Ritchie. Con eso en mente, el equipo construirá el edificio de 33 pies de largo (10 metros), aproximadamente del tamaño de un autobús escolar, con paredes de acero de 3 pulgadas de espesor (7,5 centímetros) para proteger su masa de unidades de almacenamiento interno. Y está diseñado para funcionar sin operadores humanos, completamente autoalimentado por paneles solares en la azotea, con baterías para el almacenamiento de energía de respaldo. ¿El resultado? Una bóveda impenetrable de datos planetarios.
La construcción del enorme monolito de acero comenzará a principios de 2022. Pero los discos duros ya están registrando datos, y esa parte del proyecto comenzó en la conferencia climática COP26 de las Naciones Unidas en Glasgow, Escocia, a fines del año pasado. El equipo también está buscando actualizar el sistema de almacenamiento basado en disco de la caja para 2030, ampliando su capacidad para almacenar datos durante cientos, si no miles, de años. ¿Una posible solución? Cada década, los datos de los discos pueden codificarse e inscribirse en placas de acero. Con una línea de tiempo tan larga, el equipo ha aprendido a ser ágil.
«Hay preguntas que tendrán una respuesta hoy y una completamente diferente en los próximos años a medida que la tecnología avance y encontremos nuevas herramientas y procesos», dice Richie.
Artículo “Earth´s Black Box” de PM NETWORK 2022. PMNETWORK, PMI, PMP son marcas registradas del Project Management Institute.
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