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La escuela Montessori, la alternativa pedagógica a la escuela tradicional

En la actualidad se habla mucho de las nuevas pedagogías, pues parece que han llegado para quedarse. Por este y otros motivos, seguro que has oído hablar de la Escuela Montessori. Puede también que en tu entorno ya se esté aplicando esta metodología. Incluso que tú mismo te consideres un adepto, o por el contrario, un detractor. Si quieres seguir informándote sobre esta alternativa pedagógica a la escuela tradicional, ¡sigue leyendo!

Las bases de la escuela Montessori

Se trata de un método pedagógico ideado por Maria Montessori, una educadora italiana que renovó y transformó la idea de la educación tal y como la conocemos hoy en día. Esta alternativa a la escuela tradicional se funda sobre los siguientes 10 pilares:

  1. Adapta el entorno del niño. La metodología Montessori se caracteriza por crear un ambiente que transmita seguridad y permita al niño explorar y conocer cosas nuevas. Un espacio en el que no pueden faltar los materiales que desarrollen las capacidades psicomotoras. Se evitan los juguetes con pilas, ya que se trata de que los niños aprendan mientras juegan de la forma más intuitiva.
  2. Suprime las críticas destructivas. Los niños aprenden de su entorno. Por este motivo, debes evitar hablar mal de un niño, aunque no esté presente. Intenta ser su mejor modelo.
  3. Aísla las dificultades. Ayuda a que cada niño se sienta seguro en cada instante, así es como aprenderá a confiar en los demás. Concéntrate en potenciar el desarrollo de las fortalezas del pequeño e intenta dejar poco espacio a lo negativo.
  4. No castigues, respeta al niño cuando cometa errores. El método sugiere que en vez de regañar a los niños debemos explicarles las consecuencias de sus errores. Permite que sea él el que detecte, controle y corrija su propio error en la realización de las tareas. De igual forma, tampoco debes premiarlo, ya que así favorecerás la auto-motivación y auto-disciplina.
  5. Limita el contacto físico si el niño no lo requiere o lo ha indicado previamente. La autonomía y la libertad, dentro de unos límites, son dos de los principios más importantes de esta escuela alternativa.
  6. No fuerces la actividad. No se trata de una educación rígida, sino todo lo contrario. Por este motivo, permite al niño que abandone el juego cuando quiera. Que sea él quien marque el ritmo de aprendizaje. Los niños tienen etapas en las que están más activos y otras en las que predomina la calma.
  7. Guía al pequeño en sus actividades. En la escuela Montessori, el adulto tiene un papel secundario, pero imprescindible. Aunque los niños son los protagonistas, estos necesitan una persona que les controle y les guíe en sus actividades, así como alguien que atienda sus necesidades. Es en este momento cuando la figura del profesor coge fuerza.
  8. No pierdas la calma y repite las lecciones si es necesario. Puede pasar que el niño no haya adquirido o dominado unas habilidades determinadas. En estos casos, es importante que no te canses de atenderlo. Haz que el niño sienta tu presencia, pero retírate cuando esté concentrado, así favorecerás su autonomía.
  9. No segmentes por edades. Las escuelas que siguen este método pedagógico no separan a los niños por clases según su edad. Los pequeños ven a sus compañeros más mayores como su modelo a imitar y seguir. Se favorece la colaboración, la empatía y la co-ayuda.
  10. Evita hacer comparaciones. Cada niño tiene sus propias incertidumbres y las expresa de formas muy distintas. Atiende estas preocupaciones de forma individualizada. Cuando ellos se acerquen a ti con una pregunta o un comentario, escúchalos e intenta darles la mejor respuesta posible. Resultado de imagen de Instituto europeo de educaciÃ?Â?Ã?³n logo

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Fuente: Instituto Europeo de Educación 

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